_
_
_
_
CLAVES
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Un guion prometedor

No conocemos el final de la historia que Mas ha escrito, pero ahora se abre un nuevo capítulo

Jorge M. Reverte

Los puristas del negocio del guion cinematográfico, como Frank Daniel, advierten de que para que una historia funcione, en su primera página debe estar ya contenido todo el relato. Artur Mas les ha hecho el favor a sus biógrafos de darles la metáfora de lo que ha pasado en su emulación de John Reed sobre los Diez días que estremecieron al mundo.

Pásmense: “Lo que las urnas no nos dieron lo hemos corregido negociando”. Con variantes pequeñas es lo que dicen y repiten todos los voceros del independentismo catalán desde el día 9 de enero, cuando se cometió la tropelía gigantesca elaborada por Junts pel Sí y la CUP.

Se cometieron más tropelías. Pero Mas tenía respuesta para todo. Por ejemplo: la presidencia de la Generalitat no es una subasta de pescado, y se la ha entregado a Carles Puigdemont, un hombre tan atildado como él, con la misma pinta aseada, que produce una cierta sensación de comodidad al votante pequeño burgués, que es el chachi.

Menos rentables han sido las apuestas de la CUP, que de puro exaltadas, y a la vista de los resultados, desatan las sospechas sobre el papel de brujo que ha jugado Antonio Baños en la partida. No sólo por el inverosímil empate aritmético, sino por el también inverosímil lío de armario de las últimas horas. Sabemos que Mas va a intentar seguir en la política, quizá como trujimán ante el Ministerio de Defensa del Vaticano. Pero lo que no sabemos es ni qué va a hacer Antonio Baños ni a quién van a votar en el futuro los 300.000 de la CUP. ¿A la responsable del FMI, Christine Lagarde, que tiene experiencia política y también en tapar fraudes económicos?

¿Y por qué no preguntarse por el papel de los espectadores? Los elegidos de la CUP han jugado en el guion un papel intenso pero con un contenido muy corto. Ya no son anticapitalistas, y sobre todo, han aceptado vivir con la corrupción, que es donde estaba, según ellos, asentado el mundo de Pujol y sus herederos.

No conocemos el final de la historia que Mas ha escrito. Pero es seguro que no van a faltar ni hijos de Pujol, ni fundaciones que amparen la ópera en Cataluña, ni crímenes a sangre fría.

Qué buen guion.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_