Los cubanos que llegan a EE UU lo tendrán más difícil
Un político republicano plantea reducir los privilegios que disfrutan como refugiados


Desde hace tiempo, la comunidad cubana de Miami no es ese bloque homogéneo con posiciones radicales ante todo lo que tenga que ver con el castrismo. La normalización de las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y Cuba ha sido posible, entre otras muchas razones, porque las nuevas generaciones son mucho más flexibles y entienden que la hostilidad que ha existido entre los dos países durante más de medio siglo no es más que un residuo del pasado que hoy carece de sentido.
Esto no significa que la poderosa comunidad de cubanos de Florida esté manteniendo una actitud pasiva ante el proceso que iniciaron hace un año el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y el de Cuba, Raúl Castro. Hay voces críticas con este entendimiento, como la del senador de origen cubano Marco Rubio, uno de los principales aspirantes a ser el candidato del Partido Republicano en las elecciones del próximo año. Y preocupación por el hecho de que la reanudación de las relaciones ha propiciado un incremento en la llegada de cubanos a Miami. En el último año, más de 37.000 ciudadanos de la isla han emigrado a Estados Unidos, la mayor oleada en los últimos 10 años.
En este ambiente, ha llamado la atención la iniciativa del político republicano de Florida Carlos Curbelo, quien ha planteado un cambio legal para acabar con algunos privilegios que obtienen los cubanos nada más llegar a Estados Unidos por ser considerados todavía refugiados políticos. Curbelo quiere acabar con las ayudas que el Gobierno federal da a los recién llegados para comida o atención sanitaria. De origen cubano, Curbelo sostiene que los ciudadanos de la isla que lleguen en el futuro deben ser tratados como el resto de inmigrantes que arriban a Estados Unidos y que, para acogerse a las ayudas públicas, deberán demostrar que realmente son perseguidos por el régimen cubano. En su opinión, en los últimos años ha habido un abuso de los fondos del Gobierno estadounidense y las ayudas deben destinarse solo a los cubanos que emigran por razones políticas, no por la situación económica del país. Debate abierto.
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