_
_
_
_
LA PUNTA DE LA LENGUA
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Hoy se ejerce el recuento

Las locuciones alargadas muestran un discurso hueco que arroja más palabras que significados

Álex Grijelmo

Cada verano nos trae, allá por San Fermín, aquello de que algunos mozos “sufrieron heridas por asta de toro” (por tanto, que “sufrieron cornadas” o que “fueron corneados”). Cada invierno se nos informa de que “cayeron precipitaciones en forma de nieve” (o sea, que “nevó”). Y en cada fecha electoral, como hoy, nos hablan de que tal o cual político llegó pronto al colegio electoral “para ejercer su derecho al voto” (es decir, “para votar”).

Las locuciones alargadas muestran, sobre todo si abundan, un discurso hueco que arroja más palabras que significados. Porque uno mira dentro de tanto vocablo y no encuentra casi nada. Mucho escaparate y poca mercancía. Me refiero a expresiones como “conducía bajo los efectos del alcohol” (es decir, que “conducía ebrio”), “procedió a inaugurar” (“inauguró”), “soy de la opinión de que” (“opino”), “se dio a la fuga” (“huyó”), “introdujo modificaciones” (“modificó”) o “lo haremos a la mayor brevedad posible” (es decir, “cuanto antes”).

Ésas y otras muchas formas parecidas proliferan en los documentos oficiales, a menudo ampulosos y vacuos; y los medios las reproducen como si fueran maravillosas. Por eso apuesto dólares contra galletas a que hoy los políticos y los ciudadanos “ejercerán el derecho al voto” por todas partes.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO
La palabra “escrutinio” puede resultar de difícil pronunciación, en efecto, pero también está disponible el término “cómputo”

Otra rareza del léxico electoral vendrá más tarde, ya en la noche, con la palabra “recuento”. Y aquí me juego euros contra caramelos a que vamos a tener mucho “recuento” a la hora de computar las papeletas; depositadas, lógicamente, por quienes tenían el derecho de ejercer el derecho al voto y que además lo ejercieron votando y ejerciendo.

La palabra “escrutinio” puede resultar de difícil pronunciación, en efecto, pero también está disponible el término “cómputo”. Porque, ay, “recuento” significa otra cosa.

“Recuento” es, obviamente, la acción de volver a contar algo, de comprobarlo. Por ejemplo, en las cárceles se recuenta a los reclusos para verificar que a los funcionarios no se les han escapado ni un error ni un presidiario. Pero en la noche electoral se cuentan los votos por primera vez, así que no se recuentan sino que se “escrutan”. Y se escrutan porque se actúa ante ellos con exactitud y diligencia. Tales rasgos del significado constaban en el sustantivo scrutinium, usado por los romanos para referirse al registro de las ropas de alguien (Manuel Alvar Ezquerra, Lo que callan las palabras). El diccionario de Covarrubias (1611) ya recogía el término como equivalente del cómputo de unos votos, y con ese sentido ha llegado hasta nosotros después de cuatro siglos.

Todo lo cual no impedirá que algunos periodistas ejerzan hoy su derecho a decir que tales, o cuales, o tantas personas ejercieron su derecho al voto… O, incluso, que ha comenzado a ejercerse el recuento. O a ejercitarse, que también sería un derecho.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Álex Grijelmo
Doctor en Periodismo, y PADE (dirección de empresas) por el IESE. Estuvo vinculado a los equipos directivos de EL PAÍS y Prisa desde 1983 hasta 2022, excepto cuando presidió Efe (2004-2012), etapa en la que creó la Fundéu. Ha publicado una docena de libros sobre lenguaje y comunicación. En 2019 recibió el premio Castilla y León de Humanidades

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_