Lenny Kravitz, paparazi de los paparazis

La primera cámara de fotos que tuvo Lenny Kravitz se la regaló su padre. Sy Kravitz era periodista y productor de la NBC y le dio su Leicaflex cuando regresó de Vietnam. Aunque al cantante no le interesó tomar imágenes hasta muchos años después —cuando empezaron a retratarle a él después de sus conciertos—, hoy la fotografía se ha convertido en su afición y sigue usando leicas e incluso ha diseñado una junto con la marca alemana a la que ha llamado Correspondent, en honor a su padre.

Kravitz quiso empezar a hacer fotos hace unos años, durante una gira europea. Su idea era salir con su cámara y fotografiar las ciudades que visitaba en sus giras. No pudo. Los fans y los paparazis le acosaban a cada paso que daba. "Se cruzaban en mi foto y me cogían. Así que empecé a fotografiarlos a ellos también. No era algo serio. Ellos eran una molestia y se convirtió en esta especie de baile", reconocía ayer en el Miami Herald.

Un baile que siguió bailando sin darle importancia. Hasta que un día, su amigo y fotógrafo de moda Jean-Baptiste Mondino vio todas las fotos que había hecho, en blanco y negro, de sus "acosadores", y le animó a tomárselo en serio para enseñárselas al mundo. El resultado es Flash, su primera exposición fotográfica que, después de haber pasado por Los Ángeles, Berlín y Viena, se inauguró ayer en una galería del Distrito de Diseño de Miami en el marco de la feria artística Art Basel celebrada esta semana.

Las 40 imágenes, tomadas hace cinco años y expuestas hasta el domingo, muestran admiradoras felices y orgullosas de ser retratadas por Kravitz, paparazis molestos o momentos robados. Son como el reverso del trabajo de Ron Galella, el más popular y voraz paparazi, cuyo trabajo hoy se considera también arte. Kravitzno es el primer ni único famoso en girar la cámara hacia el público y los que lo observan; hoy es muy habitual ver a famosos hacer fotos de sus fans en alfombras rojas y estrenos. Pero la estrella de rock ha sido el primero en convertir ese otro lado del espejo en inspiración para su arte.

Las fotografías, recogidas también en un libro del mismo nombre (editado por teNeues), estarán a la venta por precios que oscilan entre los 1.700 y los 3.700 euros. Todo el dinero recaudado lo donará a una asociación.

La gran inauguración en Miami tiene especial importancia para él puesto que vivió muchos años en esa ciudad. Aunque reside ahora entre Bahamas y París, conoce muy bien la escena artística que arrancó el Art Basel allí y ha trabajado en hoteles de la zona con su empresa de diseño de interiores, Kravitz Design. Músico, actor y diseñador, la fotografía es el último talento que suma Lenny Kravitz a su carrera de éxito. Y dice que ya está trabajando en una nueva serie más centrada en el retrato.