Recogida de alimentos
La campaña de recogida de alimentos ha sido un éxito. Miles de voluntarios, miles de donaciones, miles de personas que se sienten felices compartiendo. Y es que la gente demuestra que tiene un gran corazón, que le importa su vecino, que no quiere que nadie pase hambre. Así funciona la gente normal: no hará grandes viajes, pero si va al mercado sabrá comprar cuatro kilos de más para dejarlos a la salida o a la persona que se encuentra cada día con un cartel exponiendo su penosa, y muchas veces injusta, situación. Sí, la gente es generosa y lo demuestra cada vez que tiene oportunidad de hacerlo. Pero eso no es noticia, eso no llama la atención. Y también eso está bien, ya que para el que recibe es importante la discreción, que no se note demasiado su situación, pero que sí goza con la sonrisa y el cariño del que quizá puede un poco más.— Marga Durà Corredor.
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