Hace 25 años, un grupo de ‘hippies’ llegó a este rincón de Cataluña para resucitarlo y hacer grandes vinos. Esta es la historia de un éxito irrepetible que hoy continúan sus hijos
Álvaro Palacios y Barbier, en la casa del segundo. Palacios es el referente del Priorat y el padre de L’Ermita, el vino más mítico de la zona.Alfredo CálizDominik Huber, en su casa de Torroja. Es el padre de Terroir al Límit, un paso adelante.Alfredo CálizSalustiano Álvarez, productor y presidente del Consejo Regulador, por las calles de Torroja.Alfredo CálizAlvaro Palacios, viticultor autor de La Ermita, en la sala de barricas de su bodega en el pueblo de Gratallops, el corazón del Priorato.Alfredo CálizDaphne Glorian, en su bodega de Gratallops. Su vino Clos Erasmus consiguió 100 puntos en 2004 y 2005.Afredo CálizDe la mano de José Luis Pérez, Clos Martinet fue uno de los primeros vinos de la revolución de 1989. En la imagen, un detalle de su bodega.Alfredo CálizSara Pérez, durante la última vendimia. Hija de José Luis Pérez, representa el relevo generacional junto a su marido, René Barbier, hijo.Afredo CálizExprimir y remover a mano la uva es prepararla para la primera fermentación.Alfredo CálizRicard Rofes, enólogo de Scala Dei.Alfredo CálizPared de la Bodega de Daphne Glorian.Alfredo CálizRené Barbier pasenado por sus viñas que producirán Clos Mogador.Alfredo Cáliz