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Tentaciones
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A James Bond le gustan demasiado jóvenes

La italiana Monica Bellucci rompe la tradición del agente 007, amante del cóctel mezclado, no agitado y de las chavalas treinteañeras

En 'Spectre', Daniel Craig se debate entre Mónica Bellucci y Lea Seydoux
En 'Spectre', Daniel Craig se debate entre Mónica Bellucci y Lea Seydoux

En la que será la última película con Daniel Craig como el espía más famoso de la historia del cine, Monica Bellucci personifica una vez a la italiana con curvas, viuda de un capo romano, que no duda en dejarse seducir por el rudo inglés. La actriz, vestida de negro y muy mamma, es rescatada de la muerte y arrastrada a sus aposentos, donde el Don Juán pistolero y ella se revuelcan en la cama, de forma discreta, eso sí. De rodillas sobre las sábanas calientes, con un corsé y ligueros, los 15 minutos de fama de Monica Bellucci en una peli de 007 la convierten en la primera chica Bond cincuentona… en la primera MUJER ( con mayúsculas) Bond. ¿Y por qué tanto revuelo si el propio Daniel Craig tiene ya sus 47 añazos cincelados en prominentes ojeras y un cuerpazo, eso sí, fruto del machaque en el gimnasio?

Daniel Craig envejece al mismo ritmo que ellas

Echando la vista atrás, los actores que han interpretado al agente más deseado se lo han montado pero que muy bien. Demasiado bien. Sin ir más lejos, Daniel Craig, por ejemplo, en cuanto la italiana de rompe y rasga se da media vuelta cae en los brazos de una aniñada francesa de 30 años, interpretada por la francesa Lea Seydoux. La rebeldía de Spectre en el tema féminas dura más bien poco, en efecto. Cuando, en realidad y si hacemos cálculos, lo lógico hubiera sido que siguiese con esa especie de guía no escrita por la cual a medida que Daniel Craig cumplía años, “sus chicas” también lo hacían. En Casino Royale, la francesa Eva Green sólo tenía 26 añitos (él, 38); en Quantum of Solace, la ucraniana Olga Kurylenko, 29 (él, 40); y en Skyfall, la francesa Bérénice Marlohe, 33 (él, 44). Otro dato importante: al Bond de Daniel Craig le ponen pero que mucho las francesas. Ahí lo dejo.

George Lazenby, más joven que la chica Bond

Aquel australiano (¡un pecado entre tanto británico!) que comenzó la saga y del que nunca más se supo, rompió también el molde en lo que respecta a la edad. En Al servicio secreto de su majestad, George Lazenby sólo tenía 30 años, pero en vez de asegurarse una Lolita a su lado, apareció Diana Rigg (sí, sí, la Reina de las Espinas en Juego de tronos) que no sólo era de su quinta, es que le superaba en edad por un año.

Sean Connery, los locos 60

Para la mayoría, el James Bond genuino, el de mayor solera, encantadoramente sexy y seductor. El escocés interpretó por primera vez al espía en Agente 007 contra el Dr. No arrancando los 60, imagínate, con 32 años y, a su lado un bellezón en bikini de 26, con la belleza hipnótica de Ursula Andress. Para compensar tal subidón, en Desde Rusia con amor, un año después, optaron por elegir a la que se considera la chica Bond más joven de la saga, Daniela Bianchi, que sólo tenía 21. Como la Bellucci, también italiana, cerrando el circulo de la edad. Pero, ¡sorpresa! En Goldfinger, Honor Blackman (que ahora es nonagenaria) tiene el “honor” de haber superado en edad al jefe: 39 años frente a los 34 de Connery. Algo que nunca más se volvería a repetir hasta que llegó Monica Bellucci.

Roger Moore, el Bond más maduro (demasiado), y la chica más joven

Entramos en la década de los 70, y diciéndolo con cariño, se acabó el mojo. Nuestras feromonas por los suelos. Con casi la edad con la que se despide Daniel Craig, 46, debutó Roger Moore con Vive y deja morir. A su lado la futura doctora Quinn, Jane Seymour, con sólo 22 primaveras. ¿Un caso aislado? ¡Al contrario! Ya cincuentón, al inglés le emparejaron en La espía que me amó con Barbara Bach con 20 años menos. La cosa fue a más, con un récord en Panorama para matar: el actor se despidió a los 58 años con una chavala de 30 a su lado (Tanya Roberts).

Timothy Dalton, ni fu ni fa

Los 80 fueron una década rebelde y liberada para todo el mundo menos para los productores de los filmes con Timothy Dalton. Este galés cuarentón se codeaba con veinteañeras como Carey Lowell en Licencia para matar. Y poco más. ¿El peor Bond? Seguramente.

Pierce Brosnan, la famosa fue Halle Berry

Peor no se lo podían poner al protagonista de Remington Steele. Pierce Brosnan empezó con su socarrón y vacilillas agente 007 a los 42 en Goldeneye (junto a la polaca veinteañera –¡cómo no!– Isabella Scorupco) y cerraría un ciclo con Muere otro día, a los 49, y esa ya mítica salida del agua emulando a Ursula Andress de Halle Berry, que tenía entonces 36. Por el camino, Michelle Yeoh (35) en El mañana nunca muere (él, 44) y Denise Richards (28) en El mundo nunca es suficiente (él, 46). El relevo de Daniel Craig fue una bocanada de aire fresco para la saga. Normal. Veremos en la película número 25 (un buen aniversario para hacerlo) cómo se las ingenian para reinventarse. Una idea: ojalá un James Bond sin crisis existencial que sepa enamorarse de mujeres de su edad.

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