Asesinados por informar
La impunidad de los crímenes contra periodistas propicia la autocensura y genera un efecto amedrentador en la sociedad,
En el 2015 más de 70 periodistas han perdido la vida por hacer su trabajo. En promedio cada semana muere un periodista, pero es más grave que sólo uno de cada diez casos sea sancionado por las autoridades competentes, pues de acuerdo con el informe sobre Seguridad de los Periodistas y los Peligros de la Impunidad de la Directora General de UNESCO, Irina Bokova, publicado en el 2014, menos del 6% de los 593 casos de asesinatos de periodistas del 2006-2013 fueron resueltos.
La impunidad ante estos crímenes alimenta un ciclo que propicia la repetición de las violaciones a los derechos humanos, tiene efectos como la autocensura en los comunicadores, temor para el ejercicio de la labor periodística y genera un efecto amedrentador en la sociedad, invisibilización de la información pública y encubrimiento de irregularidades que van desde corrupción, crimen organizado, indicios tempranos de crímenes de lesa humanidad o infracciones contra el medio ambiente.
La Asamblea General de Naciones Unidas adoptó la resolución A/RES/68/163 en su sesión número 68 en diciembre del 2013, en la que proclamó el 2 de noviembre como el Día Internacional para Combatir la impunidad en crímenes contra Periodistas y encomendó a UNESCO la coordinación global de los esfuerzos de las Naciones Unidas en materia de seguridad de los periodistas, rol que se suma a su mandato de promover la libertad de expresión, que desempeña desde hace 70 años. Esta decisión histórica, ha sido reforzada con el llamado del Consejo de Derechos Humanos en el 2014 y del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas en mayo del 2015 en los que se urge a los Estados miembros a tomar pasos concretos en el combate a la impunidad.
Deseamos destacar la situación sufrida por mujeres periodistas. Ellas, bajo una condición de mayor vulnerabilidad, son amenazadas, asesinadas, víctimas de ataques sexuales y otro tipo de agresiones basados en condición de su género. Es un hecho que los crímenes contra las mujeres periodistas usualmente no son denunciados por miedo a las represalias que pueden acarrear. Lo mismo en el caso de personas transgénero y de la diversidad sexual.
Los Estados deben cumplir con su deber de investigar, procesar y sancionar los asesinatos de los comunicadores
Para combatir esta situación, en los dos últimos años representantes de las más altas cortes de derechos humanos del mundo, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y la Corte Europea de Derechos Humanos, así como la Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y otros operadores de justicia de diversas partes del mundo, coincidieron en la necesidad de desarrollar programas de actualización profesional para mejorar la protección de la libertad de expresión en general.
El Plan de Acción de Naciones Unidas sobre Protección de los Periodistas ha dado pasos importantes en la articulación de las diferentes iniciativas en combate a la impunidad. No obstante; existen nuevos retos para la protección de comunicadores sociales , bloggers, usuarios de redes sociales, reporteros ciudadanos y activistas de derechos humanos y del ambiente quienes requieren de mecanismos especializados de protección como nuevos blancos de los ataques y como reto mayor persiste la protección de los periodistas en condiciones de discapacidad.
Hoy, 2 de Noviembre, Día Internacional para Combatir la Impunidad en Crímenes Contra Periodistas, UNESCO publica el Informe Global sobre Libertad de Expresión y desarrollo de los Medios de Comunicación que está especialmente dedicado al análisis de la libertad de expresión en la era digital. (http://www.unesco.org/new/en/endimpunity)
Los ataques contra periodistas afectan el derecho de buscar, recibir e impartir información. UNESCO llama a los Estados a cumplir con su deber de investigar, procesar y sancionar a los perpetradores de los crímenes y alerta a la sociedad civil y comunicadores a sumarse al llamado global para poner fin a la impunidad y por ende, proteger el derecho a la libertad de expresión.
Pilar Alvarez-Laso es Directora y Representante de la Oficina Multipaís de la UNESCO
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