Pensamientos ‘brillantes’ para repensar el mundo
Educación e innovación. Así de simples son los ingredientes de la receta que varios expertos dieron en el congreso Mentes Brillantes para mejorar el planeta
Expertos en varias materias se enfrentan a un escenario poco convencional; circular, como si de un ring se tratase, pero en vez de armas o de fuerza utilizarán ideas. “Ser una especie de gladiador luchando contra sus propios límites”, bromea el filósofo Gregorio Luri, una de las figuras que participaron la semana pasada en el congreso ‘Mentes Brillantes 2015’, en el madrileño Circo Price. A esos límites se añaden ideas, experiencias, hipótesis... fórmulas que pretenden hacer mejor el mundo y empujarlo para crecer con sentido común. Y la mayoría de discursos apuntan a las mismas líneas: educación e innovación.
Cambiar el concepto de educación
No podemos hablar de cambiar el mundo sin hablar de educación. El problema es que la educación tradicional, la mayoría de veces, incide en unos valores que no ayudan al progreso personal. José Antonio Fernández Bravo es docente y catedrático, y trabaja para “buscar procesos que permitan a los profesores producir aprendizajes”. Puede parecer una tarea absurda si se piensa que los profesores ya producen aprendizajes, pero el catedrático quiere salirse de los cauces habituales. Explica con ejemplos que es fundamental entender que “el contenido es un medio para desarrollar el conocimiento”, pero no por ello debemos perder de vista que las Matemáticas, la Física o la Ciencia, materias que profesionalizan, no son más que eso, medios y nunca fin, para “humanizar”. “No somos grandes porque seamos físicos sino porque con la Física hacemos cosas grandes”, resume. Por eso, mejor que enseñar que 2x4 son ocho, deberíamos enseñar que ocho es igual a infinidad de posibilidades; “hay que dar alternativas, enseñar a mirar”. Los niños deben comprender que no hay una única forma de hacerlo bien, una respuesta única, sino que “hacerlo bien es poder explicarlo”.
En un mundo que ha conseguido que el 90% de sus niños tenga acceso a la educación primaria, “hay que ir más allá y conseguir una educación incluyente”
Para eso, Fernández Bravo sueña con que “se respete al niño” y que la educación se base en eso: “Me encantaría ver que un maestro hace preguntas y no espera respuestas”. En la misma línea, se posiciona la Fundación Promete, su presidente Luis Cacho habla de “un cambio de paradigma” y de transformar las bases de la educación. En un mundo que ha conseguido que el 90% de sus niños tenga acceso a la educación primaria, “hay que ir más allá y conseguir una educación incluyente” donde la propia organización escolar involucre de forma obligatoria a la persona y se trabaje más para “desarrollar la personalidad” que en la “pedagogía tradicional”.
A las ideas de estos expertos se suma la iniciativa de una mujer, Rana Dajani. Los niños en países de desarrollo no leen por placer, sino por obligación, argumenta esta profesora jordana, pero leer por placer es necesario para “marcar diferencias entre comunidades”. Es por ello que esta doctora en Microbiología decidió emprender We love reading con el que busca que adultos lean en alto a los niños cosas divertidas y apasionantes para infundirles amor por la lectura. Además se dio cuenta de que si esas lecturas hablaban sobre desigualdad o refugiados, “cambiaban las posiciones de los niños frente estos problemas” y “descubrían la magia de leer en voz alta”.
Romper barreras
La doctora Gladis Aparicio habla de “ciencia, conciencia y cotidianeidad”. Tres aspectos en los que ha querido basar una investigación que puede llegar a revolucionar el mundo. “Conciencia con el medio ambiente; cotidianeidad porque quedarse sin batería es un problema del día a día y ciencia”, que es la que le dio la solución. En Colombia, su país de origen, hay alrededor de 900 especies arácnidas. Así, un día mirando una telaraña en un rincón, se le ocurrió mezclar el hilo de una de estas especies de arañas con los materiales conductores que venía utilizando en el laboratorio en el que trabajaba. ¿El resultado? Después de varios años de pruebas ha conseguido una membrana para baterías realizada con hilo de la Nephila Clavipes —Nephi, como llama cariñosamente a esta araña— que “supera la membrana [de baterías] más utilizada” en el mercado y cuesta mucho menos: de los 200 euros que de membrana fabricada en masa, la suya hecha a mano sale por 20, por lo que espera incluso abaratar costes. Un producto natural que es respetuoso con el medio ambiente y la araña, y que le ha valido, no sólo el reconocimiento en su país, sino que la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual le considere “la mejor inventora del mundo”. “Rompí barreras y esquemas mentales”, pero su ambición no queda ahí; ahora trabaja para “regenerar células”.
La juventud también tiene mucho que ver, ya no sólo en el cambio de educación, sino en el progreso y la innovación. Dario García y Miguel Corbacho también han querido hacer su contribución en el campo de la medicina y comenzaron a investigar para “contribuir a una solución para luchar contra el cáncer”. Su investigación en impresión 3D de órganos de pacientes reales con cáncer les ha valido el Premio Adecco a la idea joven más brillante para cambiar el mundo y va a permitir que médicos de varios hospitales puedan practicar con una réplica del órgano a intervenir antes de la operación quirúrgica. Estos jóvenes murcianos quieren cambiar la medicina y enfocarla a una “medicina personalizada”.
La diferencia es lo que marca el cambio, como cada uno de los ponentes de este escenario tan particular reflejaron. La creatividad y la voluntad de ir más allá para seguir creando y lograr cambiar en cierto modo lo establecido y contribuir a hacer un mundo más ecológico, igualitario y justo.
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