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Celia Gámez, Nuestra Señora de los Buenos Muslos

Un musical repasa la vida de la cantante hispanoargentina de chotis y pasodobles.

Celia Gámez tenía 20 años cuando vino a España desde su natal Argentina. Un día, acompañada por su padre, viajaba en tren de Barcelona a Madrid y a medio trayecto se le ocurrió cantar un par de tangos. Entre los pasajeros que la escuchaban se encontraba una Marquesa que al instante la invitó a cantar en una fiesta benéfica. Era 1925 y el Rey Alfonso XIII, uno de los “ilustres” asistentes a aquella celebración, quedó deslumbrado por la belleza y la voz de la joven artista. Por eso se propuso ayudarle a triunfar en este país. Con sus tangos, chotis y pasodobles, Gámez no tardó en convertirse en la reina del teatro de variedades. Un musical repasa ahora sus aventuras y desventuras de diva atormentada. Se llama La Celia, se presenta hasta el 8 de noviembre en los Teatros del Canal (Madrid) y lo protagoniza Ivanna Rossi.

Rossi es una cantante, actriz y bailarina argentina de 36 años que en Buenos Aires ha protagonizado obras como Los Miserables o El hombre de La Mancha y, también en el teatro, ha encarnado a estrellas como Rita Pavone y Raffaella Carrá. Hace casi un año estrenó La Celia en el porteño “Maipo Kabaret”, el espectáculo con el que ha venido a Madrid “para darles a conocer la historia de esta estrella a los jóvenes y para que quienes saben quién fue la recuerden con gusto”, dice un mediodía en su camerino, entre los vestidos y sombreros que utiliza en el escenario.

Hasta antes de que el libreto de esta obra cayera en sus manos, Ivanna Rossi no estaba enterada de la vida de Celia Gámez. “Y como no sabía nada leí una biografía de ella. Y quedé pálida. Porque todo es real pero su historia parecía una película. Luego escuché sus canciones. Así que recrear esta historia y haberla podido traer a España, donde Celia fue tan importante, es un gran regalo que me ha dado la vida”, cuenta la mujer que también ha realizado varios programas infantiles de televisión en Argentina.

Celia Gámez (1905-1992) es la intérprete de canciones como Los nardos, El Pichi o El beso. La estrella de la posguerra, “con la falda muy cortita, muy cortita, / ajustadita, luciendo el talle”, a la que muchos llamaban “Nuestra Señora de los Buenos Muslos.” La vedette protagonista de espectáculos como Las tentaciones, La cenicienta del Palace, Yola, Las leandras y A las diez en la cama estés. La que tenía fama de despilfarradora y extravagante. La supuesta amante de políticos y militares. La monárquica, republicana, franquista y demócrata, según cambiaban los tiempos de los regímenes gubernamentales. La que cantó ¡Ya hemos pasao! para burlarse del ¡No pasarán! La que murió de un paro cardiaco en una Residencia de Ancianos, donde permanecía enferma de Alzheimer. La que está enterrada en el cementerio de Chacarita, en Buenos Aires, junto a la tumba de Miguel de Molina.

La obra, escrita por Santiago Castelo y dirigida por Emlio Sagi, es sobre todo un tributo a su carrera musical y no se detiene en el “estigma político” que la acompañó durante buena parte de su vida. “Se dice que, en realidad, ella no pertenecía a ningún bando. Pasó por todo. Pero yo no sé mucho de eso. Lo que sí sé es que ella tenía cintura para estar donde tenía que estar haciendo sus espectáculos, que era lo que más le importaba. Y que hay muchas cantantes y actrices que reconocían su importancia en el mundo artístico de España, como Sara Montiel o Concha Velasco”, explica Ivanna Rossi, quien durante estos días, además de ensayar, se ha dedicado a recorrer los sitios madrileños donde actuó la diva hispanoargentina.

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