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PUBLIRREPORTAJE: ICON PARA DS AUTOMÓVILES

Cinco destinos europeos de vanguardia a los que se puede ir en coche

El encanto de Amberes, Róterdam y Bilbao está, en realidad, al alcance de tu mano, o del volante del Nuevo DS5

Imagen del nuevo citroën DS 5.
Imagen del nuevo citroën DS 5.

Cuando en 1955 se presentó en el Salón de París el primer modelo de DS hubo una auténtica revolución. El diseño del coche, sus formas aerodinámicas y su tecnología marcaron un antes y un después en el mundo del diseño de los automóviles. Su éxito fue tal que en su primer día vendió más de 12.000 unidades. Un récord para la época.

Hoy la nueva marca vuelve a revolucionar el mundo del automóvil con el Nuevo DS 5 en el que trabaja con los mismos valores: diseño de vanguardia y tecnología altamente avanzada. En su interior, el Nuevo DS5 se llena de luz gracias a su techo de cristal y su puesto de conducción tipo cockpit inspirado en la aeronáutica ofrece una experiencia inigualable al volante. Por fuera, su aspecto se sale de lo convencional con su nuevo frontal DS Wings, que marca la diferencia con otros modelos, y con los faros con tecnología "DS LED Vision", que combina LED y Xenón.

Así, el Nuevo DS5 es un automóvil con el que muestra la identidad de la nueva marca DS y que recupera la tradición del DS original, todo un hito en el vanguardismo del diseño de los automóviles. ¿La mejor manera de disfrutar de un coche como este? No se nos ocurre nada mejor que un agradable viaje por carretera en el que ir descubriendo sus cualidades y donde nuestro destino sea tan vanguardista como el diseño del vehículo en el que vamos. De hecho, se nos ocurren hasta cinco ciudades para viajar en coche en las que nuestro Nuevo DS 5 y su entorno se fundirán en perfecta armonía.

Bilbao

Quizás crea que con el Guggenheim ya basta para que Bilbao sea atractivo en cuanto a diseño. Y razón no le faltaría. Pero la capital vizcaína ha continuado extendiendo su desarrollo urbano y, si hace años que no se deja caer por allí, se llevará más de una sorpresa. Pruebe a pasarse por la zona de Abandoibarra y admire la espectacular Torre Iberdrola de 165 metros y el conjunto casi futurista que esta compone con las Viviendas Ferrater, dos bloques cubiertos con exterior de latón. No podía ser de otra manera estando tan cerca del Guggenheim. Pero si prefiere algo más típico, dé un paseo hasta el Casco Viejo, pasando antes por otro de los iconos de la ciudad, las torres Isozaki, para degustar una vez en destino los mejores pintxos de Bizkaia. Si le queda tiempo, asómese al futuro echando un vistazo a las obras de Zorrozaurre, uno de los proyectos de regeneración de una zona industrial más ambiciosos de la ciudad. Una pequeña península en el centro de la ría, convertida ya en una isla creando un canal artificial, que contará con zona empresarial, de ocio y residencial. Y todo diseñado por la premio Pritzker Zaha Hadid.

Róterdam

Lo primero que debe tener en cuenta en Róterdam es que se encuentra en una de las ciudades para los amantes de la arquitectura. Lo mejor es que primero explore la Calle Weena, en la que puede echar un vistazo a la Station Rotterdam Centraal. La recién inaugurada estación de trenes se funde por uno de sus accesos con la arquitectura más clásica de la ciudad, y por el otro con el más vanguardista, gracias a su techo en forma de flecha. La siguiente parada será el Millenniumtoren, edificio de The Manhattan Hotel, y una referencia tan clara a Nueva York que abruma.

Otras paradas de especial interés son la biblioteca pública, con una serie de tubos amarillos que a más de uno le recordarán a Super Mario y el Markthal, un futurista edificio de forma cilíndrica con un mercado en su interior y pinturas de flores, vegetales y animales en su techo. Por supuesto, visita obligada son las Casa Cubo o Kubuswoning, situadas en la calle Overblaak, y que son ya el mayor icono de la ciudad. Pero si tanto vanguardismo le abruma, edificios más clásicos como la iglesia Laurenskerk, el precioso Ayuntamiento o la Witte Huis, en la zona del puerto viejo, le acercarán a otras épocas.

Amberes

Moda y diamantes. Esos son los dos aspectos por los que Amberes, la segunda ciudad más grande de Flandes, se ha hecho conocida a nivel internacional. Pero cuenta con muchos más atractivos. Por ejemplo, su Estación Central de tren es una de las más admiradas del mundo, con su fachada neogótica y su cúpula hay quien la compara a la Grand Central terminal de Nueva York.

Visite también la plaza del mercado, o Grote Mark, un básico de las ciudades flamencas, en la que se encuentra el Ayuntamiento de estilo renacentista. ¿Lo siguiente? La Catedral de Amberes, la más importante de todo Bélgica, y, si queremos algo más contemporáneo, el Museo MAS, símbolo de la nueva arquitectura de la ciudad. Amberes es además cuna de los "Seis de Amberes", un grupo de diseñadores vanguardistas que cambió para siempre muchos de los preceptos de la moda. Para saber más sobre ello visite el ModeNatie, centro de la moda de Amberes, donde se aloja el Flanders Fashion Institute, y el Museo de la Moda (MoMu), un imprescindible si nos interesa el tema. En cuanto a los diamantes, un paseo por el Barrio del Diamante, entre Hovenierstraat y Rijfstraat, saciará nuestras dudas.

Hamburgo

A la ciudad alemana se la conoce por ser el puerto más importante del norte de Europa, por su impresionante museo Kunsthalle o por su barroca Iglesia de San Miguel, pero le faltan unos pocos años para cambiar su imagen por completo y convertirse en una de las más innovadoras del continente. ¿El motivo? HafenCity, un gran proyecto urbanístico en lo que antes era la ciudad almacén del puerto y que pretende doblar la población de la ciudad. Además de ser una de las zonas más accesibles para los coches en una ciudad plagada de canales, HafenCity cuenta ya con edificios emblemáticos como el Elbe Philharmonic Hall, construido sobre un almacén del que se ha conservado la fachada, o la torre Marco Polo y la Unilever-Haus, edificios de oficinas y viviendas de lujo basados en el eco-diseño. Pero lo más celebrado de Hafencity es su acercamiento del río Elba a las personas. A través de un proyecto desarrollado por la firma española EMBT, pasarelas y plataformas flotantes le permitirán disfrutar de uno de los ríos más importantes de Europa.

Oslo

Aunque parezca una opción obvia, Oslo es la elección perfecta si pretendemos visitar una ciudad de marcados aires contemporáneos. Aunque el viaje precise de varias paradas hasta llegar a nuestro destino, viajar a bordo de un ferry o cruzar el puente Øresund entre Copenhague y Malmö es toda una recompensa en sí. Una vez en Oslo, la antigua zona portuaria del Tjvuholmen, es todo un referente gracias al Museo de arte contemporáneo diseñado por Renzo Piano. Dentro podemos encontrar obras tan vanguardistas como la ciudad: desde Damien Hirst hasta Jeff Koons.

En el lado este de la ciudad se encuentra una de sus joyas arquitectónicas, la sede de la Ópera de Oslo. Diseñada por el estudio de arquitectos Snohetta y ganador del premio de Arquitectura Mies van der Rohe en 2009, juega con las formas del edificio y el marmol blanco del que está construido. El resultado se asemeja a unas placas de hielo que parecen emerger del fiordo junto al que se sitúa. Se ha convertido ya en uno de los mayores reclamos de la capital Noruega y constituye uno de los intentos de acercar la ciudad a su bahía. Si buscamos modernidad, pero en cuanto a ambiente, compras y copas, el barrio de Grünerløkka será nuestro paraíso: tiendas vintage, restaurantes veganos, clubs de moda... En resumen, está usted en el barrio hipster de la ciudad.

 

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