El regreso de Lupita Nyong’o
Tras un tiempo de silencio, la actriz, ganadora de un Oscar por ’12 años de esclavitud’, tiene dos nuevas películas este otoño, ‘Star Wars’ y ‘Queen of Katwe’, y debuta en el teatro
Lupita Nyong’o protagoniza la portada del número de octubre de la edición americana de Vogue. Es la segunda vez que lo hace después de que apareciera por primera vez en julio de 2014 hablando de su año de descubrimiento y éxito, solo meses después de ganar el Oscar por 12 años de esclavitud.
Las fotografías de la sesión fueron tomadas en el Museo Picasso y la Casa Schiaparelli de París, donde Lupita Nyong’o estaba acudiendo por primera vez a la semana de alta costura de París, una gran experiencia para ella. De hecho, admite en el reportaje que la primera vez que se probó un vestido de alta costura lloró.
En la entrevista cuenta que su relación con la moda no es algo del último año y medio, desde que empezara la promoción desenfrenada previa a los Oscar de 2014. Nyong’o recuerda que de pequeña, en Nairobi, iban “dos veces a la semana” a salones de belleza para “arreglarse el pelo”. “Ahí es donde leía las revistas americanas, británicas y algunas africanas. Y entonces diseñaba mi propia ropa –cuenta–. En Kenia es mucho más barato hacer que te confeccionen la ropa que comprarla. Se lo pedíamos todo al sastre, o a mi tía Kitty, que es muy creativa, y cosía para mí”.
Lupita Nyong’o nació en México –de ahí su nombre– durante un exilio autoimpuesto por su padre, político de la oposición durante el gobierno de Arap Moi; pero a los tres años volvieron a Kenia y la actriz recuerda en Vogue que en aquella época “estaban básicamente encerrados en casa”. “Teníamos que destrozar documentos. Y yo no podía ir a la escuela”, cuenta. Ahora, su padre es senador y su madre dirige su propia empresa de relaciones públicas, además de algunos eventos filantrópicos que le han servido como inspiración a la actriz para dedicarse a labores humanitarias, como embajadora de WildAid, en defensa de los animales salvajes; y en colaboración con asociaciones que ayudan a niños y jóvenes en el mundo del arte en su país de origen.
La actriz, que inició su carrera en el cine como productora, se mudó a EE UU a los 20 años y fue en la universidad donde fue consciente por primera vez de las cuestiones raciales. “Como africanos, no crecemos con una identidad racial”, cuenta en Vogue. “Crecemos con una identidad cultural y étnica antes que racial. Nunca usé la palabra negra de niña. ¿Cuándo iba a discutir mi color? ¿Por qué?”, se pregunta. Pero en la misma entrevista explica que, de adolescente en Nairobi, le dijeron que era “demasiado oscura” para aparecer en televisión.
Por ahora, en un Hollywood que lucha aún contra la discriminación racial, Lupita Nyong’o tiene una de las carreras más aceleradas que se recuerda. El año pasado ganó el Oscar como actriz de reparto por su primer papel en una película en 12 años de esclavitud. Y, además, se hizo un hueco en la moda trabajando muy intensamente con su estilista Micaela Erlanger. Aunque la actriz asegura que solo usa los vestidos con los que se siente de verdad cómoda, aquellos que podría haber elegido ella misma.
Emma Thompson, Oprah Winfrey y sus compañeras de reparto en 12 años de esclavitud, Alfre Woodard y Sarah Paulson, han sido sus asesoras en este nuevo momento que vive. Después de un pequeño papel en Non-Stop, de Jaume Collet-Serra, y tras tomarse un tiempo para pensar bien qué hacía a continuación, Nyong’o revalidará este año su Oscar con su papel de pirata en Star Wars: El despertar de la Fuerza; en Queen of Katwe, que le permitió volver a su África natal; y con su regreso al teatro y debut en los escenarios neoyorquinos con la obra Eclipsed.
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