Previsiones decepcionantes
La economía europea no acaba de despegar; la austeridad explica las dificultades del crecimiento
El último informe de la OCDE, que lleva por título un inquietante Enigmas e incertidumbres, define la situación de la economía europea como “decepcionante”. Y lo es. A pesar del descenso del precio del petróleo y de la política monetaria acomodaticia que sitúa el coste del dinero en tasas irrisorias, la previsión de crecimiento para la zona euro en 2015 es del 1,6% y del 1,9% (dos décimas menos de la previsión anterior) en 2016. La cuestión es por qué la zona euro está atascada en un crecimiento lento mientras que Estados Unidos y Japón presentan expectativas mejores para este año y el que viene.
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Una respuesta probable es que mientras que Estados Unidos y Japón han acompañado sus políticas monetarias laxas con políticas fiscales expansivas, Europa sigue atrapada —y lo estará durante años si no se adopta un cambio rápido y contundente de política económica— en la ilusión de la austeridad. No es casualidad que las zonas monetarias con más arrojo monetario y presupuestario (dólar y yen) tengan mejores proyecciones hasta 2017 y sean las que impulsarán el crecimiento mundial.
Los enigmas y las incertidumbres globales están claros. El principal es China, porque la ralentización de su crecimiento va a restringir el crecimiento de las exportaciones mundiales, y los países emergentes como Brasil y Rusia. La crisis china requiere reformas profundas en sus sistemas industrial y financiero; no está tan claro que sus dirigentes quieran afrontarlas.
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