Je suis Corbyn
Vistas las diferencias, ¿dónde quedan entonces Podemos y Pablo Iglesias?
Antes de lanzarse al debate sobre si el nuevo líder del laborismo británico, Jeremy Corbyn, es el Pablo Iglesias británico o si, por el contrario, Pablo Iglesias podría llegar a ser el Jeremy Corbyn español, es relevante, más allá de las sonrisas provocadas por la deriva personalista (Je suis Paul Églises, “Todos somos Pablo Iglesias”, ha observado alguien con ironía), hacer una precisión sobre las diferencias entre Reino Unido y España.
Al basarse su sistema electoral en un sistema mayoritario en el que el candidato más votado en una primera y única vuelta gana el escaño en una circunscripción uninominal, existen muy pocos incentivos para que los candidatos o facciones más radicales de cada partido se escindan y formen partidos alternativos. Dicho de otra forma, como liberales, xenófobos y verdes experimentan cada vez que hay una elección general, la última en mayo de este año, existe muy poca vida fuera de los dos grandes partidos, Conservador y Laborista.
Esta asfixia bipartidista tiene su lado positivo ya que las cúpulas de los partidos tienen muy poco poder para apartar a los candidatos más rebeldes o para limitar la democracia interna del partido. Esto explica que alguien como Jeremy Corbyn, que a lo largo de su vida política ha votado más de 500 veces contra su grupo parlamentario y que sólo ha contado con el apoyo de 15 de los 232 diputados de su grupo, haya podido sobrevivir dentro del Partido Laborista y, además, ganarle limpiamente las primarias a sus rivales del partido. Traducido a España, la elección de Corbyn sería parecido a lo que ocurriría si el PCE o Izquierda Unida no existieran y Julio Anguita, diputado del PSOE por Córdoba desde hace 18 años, hubiera ganado las primarias del PSOE. Inimaginable.
Se entiende pues que todos quieran ser Corbyn. Pero vistas las diferencias, ¿dónde quedan entonces Podemos y Pablo Iglesias? Pensando que no había vida fuera de Izquierda Unida, los líderes de IU no aceptaron la propuesta de Pablo Iglesias de organizar unas primarias para decidir el cabeza de lista de IU en las elecciones europeas del año pasado. De esa rigidez organizativa, falta de democracia interna y ausencia de visión nació Podemos. Karma, no Corbyn. @jitorreblanca
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