Permanecer erguido, a pesar de todo
Para Ibrahim Wafula la falta de una pierna no le ha impedido luchar por sus sueños. Juega al fútbol y conduce un taxi para ganarse la vida
Cuando tenía siete años, Ibrahim Wafula sufrió un accidente de tráfico que le dejó sin una pierna. Dejó de ir al colegio, pero su madre le animó a seguir relacionándose con otros niños. Así perdió el miedo que tenía en un principio a pasar tiempo con los demás. Hoy día su cojera no es un impedimento para perseguir sus sueños: juega al fútbol, monta en bici y conduce un taxi para ganarse la vida. Este nuevo African Slum Journal cuenta su historia desde Nairobi (Kenia).
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