_
_
_
_
CONVERSACIÓN GLOBAL

El nacional-egoísmo de la Liga Norte

La solidaridad con los refugiados deja en fuera de juego al discurso xenófobo en Italia

La Liga Norte, o lo que es lo mismo, el partido nacionalista, conservador y xenófobo que cuenta entre sus filas con el eurodiputado que el miércoles hizo el ridículo en Estrasburgo poniéndose una careta de Angela Merkel mientras Europa debatía qué hacer con medio millón de personas sin tierra y sin techo, se acaba de encontrar con un gran problema. Hasta hace un par de semanas, su joven líder, Matteo Salvini, estaba convencido de que la clave para disputarle el poder a Matteo Renzi en las próximas elecciones consistía en culpar a la Unión Europea, a la canciller Merkel y a los inmigrantes de todos los problemas de Italia. El mensaje que el líder de la Liga Norte vociferaba de plaza en plaza y de plató en plató pretendía convertir en votos el miedo de los más desfavorecidos. “Si por culpa de la crisis”, explicaba, “solo hay un euro para repartir, que ese euro sea para los italianos”.

Ahora Salvini lo tiene más difícil. En solo unos días, el panorama ha cambiado sustancialmente. Las terribles imágenes del éxodo de los sirios que huyen de la guerra, la disposición de Alemania para acoger a un gran número de refugiados y la decisión de Bruselas de repartirlos solidariamente por toda Europa —incluidos varios de los miles que se encuentran en Italia— han dejado en ridículo el discurso nacional-egoísta de la Liga. Ni los electores más fanáticos de un proyecto político que alimenta el fanatismo pueden ya negar que, si algo es indispensable para afrontar la crisis migratoria, es la solidaridad, ya sea por convicción o por conveniencia. Matteo Renzi se ha percatado de los problemas de Salvini para sostener su discurso y, hace un par de días, se lanzó a la yugular: “Hay quien por semanas y meses ha ocupado los talk-show diciendo que la inmigración es un problema del Gobierno italiano, no dándose cuenta de que hay un nivel de humanidad bajo el cual no se debe descender. ¡Llegar a instrumentalizar incluso esto! No se dan cuenta que, frente a esa imagen [la del niño muerto en una playa], no entra en confrontación la izquierda contra la derecha, sino los humanos contra las bestias”.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_