¡Qué pronto olvidamos!
La noticia omnipresente que sacude los medios de comunicación estos días es el éxodo de las familias sirias hacia los países del norte, bien atravesando las fronteras de Macedonia y Hungría, bien cruzando el Mediterráneo. Es un problema sin precedentes, y tal vez irresoluble. Mientras países como Francia exigen a las naciones afectadas más esfuerzos, éstas piden más consecuencia y realismo ante este difícil escenario. Sin embargo, casi con toda seguridad, en un tiempo de dos o tres semanas olvidaremos esta gran migración que seguramente continúe durante meses, o peor aún, la ignoraremos, como hacemos con tantas otras cosas que tanto nos afectaron en su momento. ¿Quién se acuerda ya del ébola? Hoy en día siguen muriendo miles de personas en el continente africano, pero como ya no parece incumbirnos perdemos el espíritu de solidaridad de cuando nos aterraba la idea del contagio. ¿Quién se acuerda ya de la guerra civil en Ucrania? Y sigue habiendo muertes y crímenes ahora ignorados. ¿Quién se acuerda ya de las persecuciones religiosas en las que mueren cientos de inocentes?— Pedro Argüello Mur.
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