'Bronies': los hombres que se disfrazan de ‘Mi pequeño poni’
Son hombres, mayores de edad, heterosexuales y hasta militares, pero eso no impide que amen a 'Mi pequeño poni'. Conoce a los 'bronies'
Érase una vez unos dibujos animados para niñas, My Little Pony: Frienship is Magic!, que celebraban la magia de la amistad e invitaban a abrazar valores como la tolerancia, la bondad, la lealtad, la generosidad o la sinceridad. Pero estos principios, imprescindibles para la conquista de la armonía, son universales y no entienden ni de edad ni de género. Por eso, hombres adultos heterosexuales comenzaron a consumir con pasión y entrega un show que en principio fue creado para disfrute de un público infantil femenino.
El ‘mundo Brony’ es un fandom inusual que surgió poco después de que la cadena Hub estrenara la serie, basada en una popular línea de juguetes comercializada en los años 80. Se trata de una subcultura divertida e inocente y para muchos supone una vía de escape de una realidad con frecuencia demasiado gris. Podría decirse que los seguidores encuentran esperanza en esa actitud “prosocial” que predican Princess Celestia y sus pupilas Twilight Sparkle, Fluttershy, Pinkie Pie, Rainbow Dash, Rarity y Applejack. Son siete pequeños ponis coloridos que exhuman la purpurina y los destellos que tanto nos atrajeron a muchos hace más de veinte años. Hemos hablado con el equipo de Spaniards Hooves, su plataforma más sólida en España, y, según ellos, “este interés suele venir por las moralejas y los conflictos a los que se enfrentan las ponis en su amistad diaria. Los bronies animan a que la sociedad se enfrente a los problemas con la actitud de hacer feliz a todo el mundo.”
Según el estudio ‘The Herd Census’ (El censo de la manada), los bronies se definen por ser amables, estables emocionalmente y estar altamente abiertos a vivir nuevas experiencias. Muchos de ellos acuden a las multitudinarias convenciones como furries (disfrazados de animales) o practicando el cosplay (vestidos de personajes de la serie). Es un colectivo que se caracteriza por tener una gran actividad artística y generar su propio contenido. Desde la Comunidad Brony España nos cuentan que la “familia” está formada por unos cuantos miles de bronies, de los que bastantes también desarrollan su vena artística a través de dibujos, figuras de arcilla o peluches.
A pesar de ser un universo teñido de colores pastel, su celebración de la amistad se ha visto ensombrecida por quienes les tachan de pedófilos o desviados sexuales. Así queda reflejado en el documental Bronies: The Extremely Unexpected Adult Fans of My Little Pony (Bronies: los completamente inesperados fans adultos de ‘My Little Pony’). Recoge imágenes de un programa de la cadena estadounidense FOX, cuyo presentador opina que “pocas cosas son peores que el ‘universo Brony’, como, por ejemplo, el terrorismo” y compara el movimiento con "las convenciones predichas en el libro del Apocalipsis". Los bronies ibéricos intentan quitar importancia a este tipo de reacciones: “Por suerte, ahora hay menos prejuicios que antes y somos más capaces de dar oportunidades a temas que antes mucha gente no consideraría propios para su edad o género. Aunque aún existe cierta incomprensión y en consecuencia hay personas que sienten vergüenza o temor a ser objeto de burla al declarar cuáles son sus aficiones.”
“El brony más macho del mundo”
En el polo opuesto a estas críticas se encuentra Dustykatt, conocido como “el brony más macho del mundo”. De él se dice que “hay más testosterona en el sudor de su frente que en todo el Cuadro de Honor de la liga de béisbol” y cuando habla de sí mismo se define como un hombre que puede “montar sin planos una moto de encargo, soldar y trabajar como mecánico y, además, ver un show para niñas… “Amo My Little Pony, amo su mensaje. Quiero ser parte de ese universo. No necesito que la sociedad me diga lo que me gusta”, afirma rotundamente mientras da un buen trago a una cerveza fría que moja su gran bigote.
En su página web explica perfectamente qué le atrajo de la serie. “Mi pequeño Pony: la Magia de la Amistad“ fue creada para ayudar a mejorar las ventas de juguetes. Sin embargo, la guionista, Lauren Faust, no quería hacer otro insulso producto infocomercial que sirviera para descomponer cerebros. Quería algo que no insultara a la inteligencia de las niñas ni de sus padres. Ya dijo el escritor C. S. Lewis que si escribes sólo para los niños no puedes escribir una gran historia. En definitiva, creó algo que pudiera ser disfrutado por todo el mundo.”
En el mismo documental aparece un grupo de militares que se reúnen para compartir su afición. Uno de ellos se queja de que "el problema para algunos no es que seas gay o cualquier otra cosa por ver un show para niñas. Es el simple hecho de estar en contacto con un producto diseñado para el público femenino”. No obstante, lo más paradójico es que la serie “promueve muchos valores que coinciden con los del ejército: lealtad, deber, respeto, servicio desinteresado, honor, integridad y coraje.”
Sería fácil considerar que los bronies son débiles o “nenazas” por abrazar principios asociados a la feminidad. Sin embargo, siguiendo la misma lógica pero en sentido contrario, un brony es un transgresor, fuerte y valiente, que se permite romper estereotipos y códigos binarios ya desfasados. Alguien que se toma la libertad de identificarse con la vulnerabilidad o la sensibilidad, rasgos que asume aunque socialmente no se le atribuyan.
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