Extraterrestres

El ser humano y, en concreto, la comunidad científica —seres humanos con bata— lleva años obsesionada con encontrar vida en otros planetas. Eso confirmaría la teoría de que, definitivamente, descartan por completo encontrarla aquí. Y me parece una decisión lógica. Todos los que hemos salido de noche sabemos que muchas señales de vida inteligente no hay. Al menos no inteligente como para ser tomada en cuenta bajo parámetros científicos. Una inteligencia que sucumbe ante tres cubatas y dos tetas no merece tal nombre. Reconozcámoslo: somos animales inteligentes solo porque el listón está muy bajo. En este planeta, con no morder al de al lado y no juguetear con tus excrementos ya sobresales de la media.

La pregunta entonces es: ¿Hay vida inteligente en otros planetas? Y, lo más importante… ¿Si la hay… nos ha visitado alguna vez?

A la primera pregunta la mayoría responde que sí. Es una respuesta basada en uno de los argumentos más sólidos jamás esgrimidos por el ser humano: tiene que haberla porque el universo… es muy grande. No hay más preguntas, señoría. ¡Claro! ¿Pero para qué iba a dejar alguien tanto espacio entre planetas si no fuera para que puedan pasar las naves? No tendría sentido. Así que, por descarte, aceptamos que hay vida inteligente y que sabe conducir

Entonces, si son inteligentes y saben conducir… La respuesta a la siguiente pregunta sale sola: ¿Nos han visitado? Claro. Si has visto una foto de Marte y una de La Toja, por ejemplo, verás que no hay color. Mucho más bonito lo de aquí. Un ser que prefiriera pasar la Semana Santa en Venus, pudiendo pasarla en un balneario chupando almejas demuestra ser más bien tonto…

O en Marte, que será nuestro planeta hermano, pero es el hermano feo. Feo y rojo… Que ya es una señal. El propio planeta te lo está diciendo: no pasar. Si fuera verde, habría alguna esperanza… Porque los marcianos, inteligentes serán, pero trabajadores no. Que tienen los planetas hechos un solar. Ni una plaza, ni un castillo… Ni un tiesto. Nos dejamos nosotros más en aparatos para verlo que ellos en dejarlo bonito.

Es como cuando te invitan a cenar y notas que te has gastado más tú en el taxi que ellos en la cena. Que te dan ganas de no abrir el vino para no acabar perdiendo dinero…

Aunque si lo piensas es normal que en el planeta no hagan nada, porque como se pasan el día de aquí para allá con la nave… Pues no tienen tiempo. Un extraterrestre sería lo más parecido a un taxista: por su inteligencia superior tiene la solución a todos los problemas, pero no las pone en práctica porque se pasa el día al volante. No es falta de talento, sino de horas.

Para que la analogía fuera perfecta quedaría por confirmar si los marcianos son de derechas, escuchan Radio Olé y usan sobreasientos hechos con bolitas de madera.