Kahn y el arquitecto que no copia
En 1953 Louis Kahn debatía sobre algunos de los temas que han perseguido tanto a la formación de los arquitectos como a la idea que, durante muchos años, la mayoría de estos han tenido de sí mismos. A la posibilidad, o la manera de copiar se une la distinción entre las aspiraciones de los diversos profesionales, la importancia de la idea sobre la forma o el fracaso de la formación. Hoy que las aportaciones más creativas se han convertido en casi un sinónimo de arrogancia y falta de miras resulta relevante conocer lo que Kahn entendía por un artista.
Sobre la responsabilidad del arquitecto se llamó el artículo -aparecido en la revista Perspecta: The Yale Architecture Journal de 1953- de donde proviene el siguiente extracto. El escrito era, en realidad, la transcripción de un debate académico celebrado en Yale. La traducción proviene del volumen Louis I. Kahn, escritos, conferencias y entrevistas compilado por Alessandra Latour y traducido por Jorge Sainz (El Croquis Editorial).
Las escuelas fracasan porque en ellas no hay ese elemento que hace salir al artista y que de algún modo constituye el sentimiento competitivo del arte. Las escuelas no pueden inculcar en nosotros la voluntad de trabajar, de descubrirnos a nosotros mismos, aunque sea muy poco lo que haya que descubrir. Si una persona es realmente artista, no observa con una mirada demasiado atenta lo que han hecho otros; su voluntad es hacer algo que salga de él mismo. Ha de tener un instrumento de trabajo y por ello usa cualquier cosa que considere un medio para lograrlo, pero no copia. (…) El artista observa la obra fugazmente, con cierta humildad, sintiendo el deseo de haberla hecho él mismo, pero no la copia”.
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Babelia
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