Cosas que nadie me dijo cuando me metí en una banda tributo
Algunos de estos imitadores facturan más que grupos consagrados. Pero, ¿cuáles son los sacrificios que tienen que hacer?
Son especialistas en recrear sonidos y sensaciones. En España tardaron en convertirse en una alternativa cultural, pero ahora están que crujen. ¿Has visto al televisivo Manel Fuentes mutar en Bruce Springsteen? ¿Sabrías distinguir el auténtico sonido de la guitarra de Mark Knopfler si cerrases los ojos? Las bandas tributo ya no sólo tocan en hoteles para turistas: mientras algunas estrellas del pop patrio reducen el formato para capear la recesión, los imitadores de los clásicos del rock giran con producciones ambiciosas. Tienen sus detractores, pero han generado una nueva vía para oxigenar el negocio de la música en vivo. Hablamos con ellos y nos cuentan lo que nadie les dijo antes de tomar la decisión de meterse en una banda tributo.
1. Que me tendría que disfrazar con pelucas y trajes. “Es más fácil vender un grupo a un promotor cuando los músicos clonan también el aspecto de la banda tributada; la experiencia se convierte en un pequeño musical y la gente se ve envuelta en el ambiente de la época”, dicen en Beba33, agencia especializada en grupos tributo. Óscar Rosende, replicante de Mark Knopfler en Brothers In Band, se resiste: “No somos un grupo clónico. Buscamos la tímbrica y la sonoridad de Dire Straits, pero yo, afortunadamente, tengo más pelo que Mark Knopfler. Nunca nos plantearíamos vestirnos como ellos, aunque respeto a quien lo haga”.
2. Que tendría que hacer doble sesión diaria, una de ellas para niños y con presentadora. "Los Beatles son la nueva música clásica". Lo dice Raquel Bassas, gerente de Beba33. Esta empresa, con base en Barcelona, opera con una decena de bandas en exclusiva y algo más del doble en cartera. Su emblema son los Abbey Road, clones de los Beatles y pioneros en el negocio, con 26 años de experiencia. “Como llegan a todas las edades, trabajamos mucho la doble función: por las tardes hay un pase familiar para niños con una presentadora; luego, por la noche, el concierto habitual”. En cada provincia española das una patada a una piedra y sale, al menos, un grupo de avatares del cuarteto de Liverpool.
3. Que el original iba a tocar conmigo. Guy Fletcher, teclista de Mark Knopfler desde los tiempos de Dire Straits, creyó escuchar un disco en directo su propio grupo. No lo era. Se trataba de los coruñeses Brothers In Band probando sonido antes de un concierto. Frotándose los ojos, Fletcher se acercó a conocerlos. Son tan buenas estas bandas tributo que hasta los músicos originales tocan con ellos. Les ocurrió a los neoyorquinos Unforgettable Fire, banda tributo a U2. En uno de sus conciertos se subieron al escenario los mismísimos The Edge y Adam Clayton.
4. Que iba a vivir de ello y, por lo tanto, dejar mis composiciones. Los catalanes Smoking Stones son clásicos en la recreación del universo de Mick Jagger, Keith Richards y compañía. Facturan entre 30 y 50 conciertos anuales a todo trapo, sin contar las actuaciones en pequeño formato. Su último disco, 50 años de satisfacción, celebra medio siglo de la banda de sus amores y contaba con la participación de ilustres correligionarios: Carlos Tarque, Leiva, Johnny Burning, Jaime Urrutia, Ariel Rot o Coque Malla.
Los muertos son más rentables
Desde el sector reconocen que “la demanda de grupos tributo es mayor cuando el original ya no está en activo”. Cuando el modelo no existe o es reacio a las giras, genera una ansiedad alimentada por la imposibilidad de verlo. Algunos ejemplos: los Beatles, ABBA, Elvis Presley, Queen, Michael Jackson, Pink Floyd, Led Zeppelin o Nirvana. En España, Héroes del Silencio. Sin embargo, hay excepciones. Entre los clásicos del rock con más avatares están dos bandas todavía en el ejercicio de sus facultades: AC/DC y U2.
Smoking Stones, además de traducir a Jagger al castellano, también incorporan temas propios. “Pero la gente viene a escuchar a los Stones. Ves que te has pasado años trabajando en proyectos personales que no llegan a nadie”, dice Sergio Ortiz/Mick Jagger, su cantante. “Si no tienes dinero suficiente para promoción, distribución o marketing, acabas replanteándote las cosas y dejando a un lado tus composiciones. Dicen que la imitación es la forma más sincera de adulación y estoy de acuerdo con eso. Los Rolling Stones son la mejor banda de rock and roll del planeta. Nosotros vivimos de la música y tocamos para comer. Es un 100% de devoción y otro 100% de oficio”.
5. Que me encontraría con un presentador de televisión. El comunicador y popular showman televisivo Manel Fuentes es un caso excepcional. Llevando al extremo su devoción por la figura de Bruce Springsteen, Fuentes lidera el Spring’s Team y ofrece regularmente actuaciones que alcanzan las dos horas de duración y generan un doble reclamo: el repertorio del Jefe y el poder de atracción del propio imitador.
6. Que el público me iba a juzgar más severamente que al original. “Ante cada uno de nuestros conciertos, la gente está expectante”, dicen los Brothers In Band. “Es la banda sonora de su vida y, aunque existe la demanda, es un arma de doble filo. El público de una banda tributo es también un tribunal”.
7. Que me acusarían de competencia desleal. En Beba33 aseguran que “los tributos ofrecen ocio a gente que, de otro modo, no iría a un concierto. Cubrimos la demanda de un sector huérfano de música, que ya no está interesado en lo que se hace hoy, que busca recuperar sensaciones que ya no encuentra en el mercado”.
Preguntamos a Sergio Ortiz (Smoking Stones) si cree que la proliferación de bandas tributo ahoga la nueva música, como aseguran algunos artistas. “No tienen ni idea de lo que dicen”, sostiene él. “Los Stones o los Beatles nacieron como bandas de versiones. Cuando surge un nuevo concepto, siempre hay alguien que se dedica a atacarlo, bien por su incapacidad propia o porque le afecta económicamente. Nosotros somos intérpretes, actores. Tocamos un repertorio de obras maestras para un público que desea disfrutarlas desde cerca. Quien ahoga la música en este país son los políticos. Para ellos, la cultura es cosa de risa. Los ayuntamientos no contratan y el 21% de IVA nos machaca. ¿No somos “artistas y toreros”? Pues el mismo IVA para todos”.
8. Que ofrecería 200 conciertos (una burrada) al año. Brit Floyd hacen giras por Europa y América acercándose a los 200 conciertos anuales. Trabajan solamente el gran formato, incluyendo los montajes espectaculares de luces y vídeo que caracterizan los espectáculos de los genuinos Pink Floyd. Recientemente tocaron en el anfiteatro Red Rocks de Colorado (EE UU) ante más de 4.000 personas que pagaron sus entradas. Representan, probablemente, la profesionalización del sector en su grado máximo. Sin desmerecer a ofertas tan consolidadas como God Save The Queen/Dios Salve A La Reina, proyecto nacido en Rosario (Argentina) alrededor del cantante Pablo Padín, de asombroso parecido físico y vocal con el difunto Freddie Mercury, muy habitual en gira por España.
9. Que llevaría más producción que algunas estrellas del pop. En tiempos de caldo de alubias, es habitual que los artistas que lideran las listas de ventas en España reduzcan sus formatos de gira. Empiezan por mermar las luces y la escenografía, luego recortan las secciones de vientos y a veces termina por caer el teclista para que salgan los números.
Mientras, las bandas tributo arriesgan e invierten para acercar sus producciones a las de sus clásicos. Brothers In Band, probablemente el grupo de pop-rock con mayor incidencia hoy en el PIB gallego, sale con 14 personas de gira (9 músicos en el escenario). Dicen ser la banda tributo con mayor producción de la Península Ibérica y una de las más osadas de Europa. Salen a llenar teatros y auditorios con aforos cercanos a las 1.000 localidades, con una entrada media de 22 a 35 euros.
10. Que me tenía que distinguir de las orquestas de verbena. “Hace 15 años había muy pocas bandas de este tipo en España”, asegura Raquel Bassas. “Ha habido que hacer un trabajo muy importante, sobre todo con los ayuntamientos, para que entendieran que había una demanda de ese repertorio popular que no tocaban ni tocan las orquestas de verbena. Nos costó mucho y, aunque ahora es una fiebre, para dedicarse a esto hay que ser muy bueno: sobrevivirán los mejores”.
11. Que las chicas imitan muy bien a los machos 'heavies'. The Iron Maidens son cinco chicas californianas especializadas en emular, cómo no, el heavy épico de Iron Maiden. Sorprende su soltura, que ha generado interés por el quinteto también en Asia y Latinoamérica. El rango vocal de su solista, Kirsten Rosenberg, se parece más al cantante Bruce Dickinson que él mismo en su versión actual. Hay otros grupos femeninos de homenaje a roqueros duros: Misstallica (Metallica), Judas Priestess (Judas Priest) o ThundHerStruck (AC/DC), entre otros.
12. Que visitaría mundo, Malasia incluida. Smoking Stones han tocado en Italia y tildan la experiencia de “espectacular”; tienen el objetivo de ahondar en la vía exterior. Coldday, sosias patrios de los británicos Coldplay, tocan “bastante menos” en España que en países como Alemania, Holanda o Bélgica, donde el grupo de Chris Martin parece tener un mayor calado. Este próximo otoño estarán en Malasia e Indonesia.
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