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14 valientes que sobrevivieron tras versionar la mejor canción de Dylan

'Like a rolling stone' es la obra maestra del premio Nobel de Literatura. Muchos la han reinterpretado, pero pocos han salido sin heridas

Carlos Marcos
Bob Dylan con Joan Baez, en una imagen de 1965.
Bob Dylan con Joan Baez, en una imagen de 1965.Cordon

Dejen paso a los valientes. Como estos que componen nuestra lista. No, sin duda no es un entretenimiento indoloro enfrentarse a la que para muchos especialistas es la mejor canción de la historia del rock (así lo declaró la revista Rolling Stone), Like a rolling stone, concebida por Bob Dylan en 1965. Poética, alambicada, de estructura poco convencional, extensa… Uff, mejor no. Pero, ya lo decimos, existen músicos intrépidos. Algunos se han atrevido (¡incluso Michael Bolton!), pero solo unos pocos no han sido devorados por su grandeza. Estas interpretaciones son dignas de un tema tan legendario, las dos en castellano incluidas.

Mitch Ryder

Venga, insuflemos funk a Dylan. Seguramente esta lectura es la más chocante de la partida. Primero porque Mitch Ryder es tan veterano como desconocido. Un rocker de Detroit que apuntaba como el Little Richard blanco (o el James Brown) y se quedó en un músico de culto que no llegó a los niveles de popularidad que su talento merecía. Su lectura del clásico de Dylan data de 1985, y se nota en ese sonido funky maquinero tan kitsch en la época. Original es, bailonga también. Incluso apuntamos más alto: el Bowie de Let’s dance la hubiese firmado con los ojos (incluido el de cristal) cerrados. Por cierto, el bueno de Mitch sigue dando conciertos a sus 70 años.

David Bowie y Mick Ronson

Atención, rockero talludito, pide un deseo. Seguramente la respuesta será: "Ver a David Bowie y a Mick Ronson en los setenta en un escenario”. Dentro de los episodios más icónicos del rock and roll está esa imagen de David simulando una felación a Ronson mientras este se contorsiona con su guitarra. Esta versión se grabó en los ochenta, cuando ya la pareja había dado lo mejor, y se incluyó en el disco póstumo del guitarrista, Heaven and hull, de 1994 (él murió un año antes, a los 46 años). Bowie fuerza su voz para hacerse escuchar por encima del arsenal de punteos de Ronson. Y esta pelea es lo que le da vigor a la canción.

Cher

Quizá alguien ignore que Cher fue una delicada cantante folky-pop en los sesenta, cuando compartía grupo con Sonny, su marido y compinche musical. Esta versión data de 1966, solo unos meses después de la de Dylan. Estamos a un año del verano del amor (1967) y la canción suena ya a florecillas en el pelo y a ponchos. Evocadora, hippy y campanillera.

Jimi Hendrix

Seguramente la incandescente interpretación de All the watchtower de Jimi Hendrix sea la mejor versión de una canción de Dylan que se haya hecho nunca. Incluso superior a la original de Bob. Lo que hace Hendrix con Like a rolling stone también es notable. Con un ritmo pausado y una voz tremendamente sexual, Hendrix acaba construyendo la versión más testosterónica de este clásico.

Johnny Thunders

Delicada, naif, dolorosa. Johnny Thunders dejó los seis epopéyicos minutos de Bob Dylan en unos subyugantes 1,19. Solo con su guitarra acústica y una voz sentida, el desdichado (murió por sus excesos en 1991 con solo 38 años) de Johnny parece que se va a quebrar antes de terminar la canción. Pero la acaba en un sublime final.

The Remains

¿No conoces a los Remains? Estás a tiempo, porque los de Boston son una de las mejores bandas de rock and roll de los sesenta. Su Don’t look back debería ser obligatorio para los aspirantes a rockeros. Esta interpretación es garagera y chuleta (qué voz la de Barry Tashian).

The Rolling Stones

No se atrevieron los Stones a enfrentarse al clásico de Dylan hasta los años 90. Y la verdad es les va como un guante. Interpretación lujuriosa, con solo de armónica de Jagger y los característicos entrelazados guitarreros de Keith Richards y Ron Wood. Seguramente es la mejor canción de los Stones en los 90, y sé que esta afirmación puede irritar a los acérrimos.

Dan Baird and Homemade Sin

La propuesta más rockanrolela del lote. Para los que no le conozcan, Baird es un rocker californiano de una pieza, insobornable, con una sólida carrera al frente de bandas como The Georgia Satellites o The Yayhoos. Probablemente los Stones de los setenta hubieran hecho una versión tan ruda y sucia como esta.

The Four Seasons

Seguramente es la primera versión que se hizo del clásico de Dylan, solo unos meses después de la grabación original (ambas datan de 1965). Con Frankie Valli al frente y esos gomosos coros, Like a rolling stone nunca sonó tan a soul clásico.

Green Day

Quizá por guardarse las espaldas por si algún día se cruzan con Mister Dylan, los chicos (para nosotros siempre serán chicos, aunque ya hayan entrado en la cuarentena) de Green Day plantean una versión menos acelerada de lo que ofrecen en su habitual repertorio. Incluso incluyen el órgano, como en la original. En cualquier caso, son las guitarras musculosas y la voz desgañitada de Billie Joe las que insuflan sangre a la canción.

John Cougar Mellencamp

La reuniones de grandes del rock suelen resultar bastante rutinarias… salvo cuando se trata de arrodillarse ante el Dios Dylan. En 1992 hubo un cónclave rock para celebrar la figura del gran creador. Él también estaba. Además de George Harrison, Neil Young, Eric Clapton, Tom Petty y muchos más, que interpretaron temas del maestro (inolvidable la ejecución de My back pages, con muchos de ellos alternándose en las estrofas). El infravalorado John Cougar Mellencamp completa una vigorosa Like a rolling stone, con Al Kooper al órgano, dato nada desdeñable porque él toca ese mismo instrumento en la versión original de 1965. Los gospelianos coros femeninos y un solo de ¡violín! le confieren a la pieza un tamiz original.

Mamá

Sí, existen buenas versiones en castellano del gran clásico. Una de las más logradas es esta de los madrileños Mamá. El grupo de José María Granados (grandes de la Movida ochentera que todavía están activo), grabaron este Cómo lo ves en 1997 en directo en una pequeña sala madrileña. El estribillo se convierte en: “Cómo lo ves, sin tener a dónde ir, sin tener dónde dormir, como un rolling stone”. Para la ocasión, Granados contó con Cristina Llanos, de Dover, y con Jaime, de Sexy Sadie, que, la verdad, pasan bastante desapercibidos.

M Clan

El grupo de Carlos Tarque es experto en castellanizar clásicos del rock en inglés. Convencen con Like a rolling stone, que titulan Sin rumbo y sin dirección. Realizan una traducción libre la mar de curiosa. Tanto que “How does it feel” (Cómo se siente), se convierte en “ahora es el fin”. Olé por ellos.

Seal con Jeff Beck

Un dúo extraño, que sale asombrosamente indemne de esta versión. Seal aporta profundidad en lo vocal y los dedos de Jeff Beck no paran de subir y bajar por el mástil de su Fender para componer un dignísimo Like a rolling stone. La canción se incluyó en el disco Chimes of freedom: The songs of Bob Dylan (2012), con fines humanitarios.

Y la mejor de propina:

Pero la mejor versión de Like a rolling stone es… una de Bob Dylan. En aquella ocasión la cantó con rabia, a vena del cuello hinchada, casi gritada, cabreada, furiosa, punk. Fue en un concierto en Manchester, en mayo de 1966. Dylan estaba en plena transformación, de juglar folk de solo guitarra y armónica a rockero eléctrico. Aquella gira provocó incluso enfrentamientos físicos entre los espectadores que querían la versión más pura y los que apostaban por la evolución. En el concierto de Manchester, alguien del público gritó, dirigiéndose a Bob: “¡Judas!”. Él lo escucha, y le dice: “No te creo. Eres un mentiroso”. Se da la vuelta hacia la banda, los futuros The Band, y les dice: “Vamos a tocar jodidamente alto”. Y así lo hacen. Cuando acaba el tema, algunos aplauden, otros abuchean, y la mayoría permanece en sus asientos. Les acaba de pasar por encima una apisonadora.

El documental de Martin Scorsese, No direction home, recoge parte del momento, que se puede ver en este vídeo, con las explicaciones del propio Dylan:

Sobre la firma

Carlos Marcos
Redactor de Cultura especializado en música. Empezó trabajando en Guía del Ocio de Madrid y El País de las Tentaciones. Redactor jefe de Rolling Stone y Revista 40, coordinó cinco años la web de la revista ICON. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Madrid.

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