Clooney quiere instalar 18 cámaras para proteger su intimidad

George Clooney y su mujer, Amal Alamuddin, quiere instalar 18 cámaras de vigilancia alrededor de su mansión de Oxfordshire, en el Reino Unido, algo que ha molestado a los vecinos. El Consejo de la zona, que incluye los pueblos de Sonning Eye, Dunsden Green y Playhatch, se ha opuesto a este plan y ha dicho que el sistema de seguridad infringe la privacidad de las propiedades colindantes.

Cada cámara podrá enfocar en cualquier dirección. Seis de ellas se instalarán sobre unos mástiles a una altura de cuatro metros, otra a cinco y una última, a seis. Sobre esta disposición también ha protestado el Consejo: "Los postes de madera podrían suponer una intromisión visual en el resto de hogares".

Los vecinos han sugerido al matrimonio Clooney un plan alternativo que contente a todos: más cámaras que enfoquen el interior de la vivienda a una altura más baja. Pero la decisión final no recae legalmente sobre este Consejo, sino sobre el Ayuntamiento de Oxfordshire Sur, que ha afirmado que aprobará la petición del actor y su mujer si los aparatos se pueden quitar fácilmente del edificio.   

El Ayuntamiento ya ha aprobado otras construcciones y mejoras en la mansión de los Clooney, que les costó más de 10 millones de euros, como una piscina, que tuvieron que reducir de 6 a 5 metros, una caseta de pisicia, cine en casa y una nueva cerca fronteriza. Entonces también tuvieron problemas con los vecinos, que querían que la valla se estableciera más atrás del río.

La propiedad, que se conocía antes como Aberlash House, tiene nueve dormitorios y se encuentra en Oxfordshire, a orillas del Támesis y a 60 kilómetros de Londres. Está también muy cerca del castillo donde se rueda la serie Downton Abbey

No es la primera vez que el actor se ve en medio de una polémica relacionada con una de sus viviendas. George Clooney se compró una villa en el lago de Como en 2002 y tanta era la expectación por ver la posesión del actor que los turistas hasta alquilaban barcos para llegar a la mansión y verla por fuera. El alcalde del pueblo, Laglio, dictó una orden por la que ninguna persona no autorizada puede acercarse a menos de 100 metros de la casa. Todo para evitar que el actor vendiese la propiedad, como ya ha amenazado en más de una ocasión.