Museos callejeros: una nueva iniciativa de participación
Hoy en día, los museos han transformado nuestra manera de acercarnos al arte. Muchos artistas contemporáneos crean sus obras pensando en la ubicación y la sala en la que van a ser expuestas. De hecho, muchos de ellos prescriben que los museos e otras instituciones artísticas son parte esencial en el juicio de qué es arte y qué no. Pero se podría decir que esta manera de entender el arte dentro de una galería es muy reciente.
Si retrocediéramos a épocas anteriores, nos daríamos cuenta que la historia del arte está repleta de obras que no fueron concebidas para estar expuestas en una galería sino para ser contempladas como elementos vivos de la cultura y el conocimiento.
Ésta es exactamente la intención del artista visual francés, Julien de Casabianca; volver a plasmar el arte en la calle. Julien está llevando a cabo un proyecto participativo a nivel mundial llamado Outings Project con el propósito de liberar las piezas de arte de los museos y mezclarlas con el arte urbano. Para él, no hay mejor lugar para exponer esta fusión que en las distintas calles del mundo.
Este fenómeno se podría enlazar con el concepto de la paradoja del valor de Adam Smith:
Nada es más útil que el agua; pero ésta no comprará gran cosa; nada de valor puede ser intercambiado por ella. Un diamante, por el contrario, tiene escaso valor de uso; pero una gran cantidad de otros bienes pueden ser frecuentemente intercambiados por éste.
Cuando vamos al museo, observamos magníficas obras de arte; nos encontramos ante decenas, cientos, miles de piezas de gran valor. Pero de alguna manera, llegamos a un estado de saturación después de pasar cierto tiempo dentro del museo. Estamos rodeados de miles de obras y no apreciamos la belleza de cada una de ellas. Si, por el contrario, viésemos una de estas pinturas en una calle “x” de camino al trabajo o de vuelta a casa, la apreciaríamos de otra manera y seguramente, haríamos el esfuerzo de valorarla, entenderla y admirarla.
Ésta fue la idea que le surgió a Julien mientras visitaba el museo del Louvre en París. Allí se encontró con un retrato olvidado, una obra neoclásica de Ingres a la que nadie prestaba atención. A pesar de que Julien no se considera una persona superficial, en aquel momento sintió lástima por “la princesa” Mademoiselle Caroline Rivière.
“Estaba desatendida y tuve el impulso de Príncipe que la rescata de la soledad. Queríamos que se sintiera libre. Así que le tomamos una fotografía, la imprimimos y la pegamos en la calle. Quizá fue un acto poético y una pulsión romántica. Pero cuando lo hicimos, la miramos y pensamos que era una pieza de arte preciosa. Pero lo más impactante, fue la reacción de la gente; realmente se quedaban asombrados”.
Según Julien, la gente se quedaba impactada no solo por la estética sino por la historia. Una princesa sola y abandonada necesitaba la mirada de la gente para sentirse nuevamente valorada.
Éste fue el gesto que lo inspiró a “darles una segunda oportunidad” a las pinturas aisladas, sacándolas de algún modo del museo para exponerlas en las calles ante una nueva audiencia.
La casuística de Outings Project es muy sencilla. Tal como se explica en su página web: “simplemente con un teléfono, fotografía un retrato que veas colgado en las paredes de algún museo, imprímelo y pégalo en las calles de tu ciudad”.
Así de sencillo: fotografía, imprime y pega.
Outings project ya cuenta con miles de seguidores por todo el mundo. Esta postura reivindica que cualquier obra de arte tiene mucho que decirnos hoy en día, no solo transmitiendo a los pocos que pueden permitirse la exclusividad de pagar la entrada a los museos.
De hecho, este proyecto ha tenido un impacto tan positivo que algunos museos han decidido exponer las fotografías de Casabianca, a modo de “Solo Show” y han establecido acuerdos con el proyecto organizando talleres para niños y adolescentes con la intención de acercarlos un poco más a descubrir el arte clásico, observarlo, entenderlo y apropiárselo.
Ciudades como Londres, Nueva York, Varsovia, Hamburgo, Madrid, Dallas, Riga, París, Frankfurt, Bruselas, Bastia, etc, ya se han unido a esta iniciativa. El proyecto es totalmente participativo y libre, lo cual quiere decir que cualquier persona con los medios necesarios puede unirse a él. Éste ha sido el gran éxito de la iniciativa.
Casabianca recomienda exponer las obras en paredes previamente rayadas para evitar cualquier problema con la ley. La gente se decide a sacar las obras a la calle, a embellecer los muros de nuestros edificios y hacernos pensar en cualquier momento sobre nuestra época histórica, sobre el arte, la ciudad y sobre nosotros mismos.
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