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La joya que catapultó a la fama al colombiano Vander Caballero. Un juego minimalista de puzles protagonizado por un chaval acompañado de un monstruo que pasa de lo afable a lo temible por su afición a unas ranas tóxicas. Un reflejo de la infancia tormentosa de Caballero por el alcoholismo de su padre.
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Pasión por el joystick desde la Serranilla al Cabo de Hornos

Un panorama por las obras más destacadas en el hirviente ecosistema latinoamericano del videojuego independiente

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