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La ‘Operación Fracaso’ de un israelí que pirateó ordenadores de Madonna

Un exparticipante en un concurso musical irá a la cárcel por robar canciones inéditas

Juan Carlos Sanz
Madonna, durante una actuación.
Madonna, durante una actuación.John Shearer (John Shearer/Invision/AP)

Buscaba la fama en Israel y ha alcanzado finalmente la celebridad universal con una condena a 14 meses de cárcel por piratear los ordenadores de Madonna. Adi Lederman, de 39 años, intentó hacerse un nombre en 2012 en el concurso musical de televisión Ha nacido una estrella, el equivalente israelí a Operación Triunfo o La Voz en España, pero el jurado le descalificó sin contemplaciones tras un breve paso por el programa.

Sus cualidades informáticas resultaron ser muy superiores a las musicales. Nada extraño en Israel, que presume de ser una nación de tecnología innovadora. Lederman, sin embargo, no se presentó a un concurso de programación de ordenadores, sino que pirateó los correos electrónicos y los archivos en la nube de los principales colaboradores de la autora de Like a virgin. En diciembre del año pasado se hizo con las contraseñas de acceso a los servidores utilizados por el director musical de la artista, Kevin Antunes, de su mánager, Guy Oseary, y de otros miembros de su equipo.

La cantante Madonna.
La cantante Madonna.CORDON PRESS

Tzachi Uziel, el juez de Tel Aviv que le condenó este jueves por varios delitos informáticos y contra la propiedad intelectual, considera probado que Lederman vendió al menos seis maquetas del álbum inédito Rebel Heart de la artista estadounidense cuando aún se encontraba en fase de producción a dos compradores on line, cada uno de los cuales abonó unos 300 dólares. El álbum está ahora disponible en iTunes.

El hacker israelí, que también se apropió de la agenda profesional de Madonna aceptó también un trato con la fiscalía para ver reducida su condena a cambio de que no transcendieran durante una eventual vista pública los negocios de la cantante. El abogado de Lederman, Efrat Nahmani Bar, alegó que su cliente era “un fan de Madonna y un coleccionista compulsivo que, en un exceso de celo, tal había llegado demasiado lejos, aunque sin violar la intimidad de la cantante”.

La autora de Material girl no parecía compartir esa opinión a finales del año pasado, cuando se destapó la venta ilegal de sus maquetas. “Fue una invasión de mi vida, en lo creativo, en lo profesional y en lo personal, fue como una violación artística, un acto de terrorismo, y se convirtió en una experiencia devastadora”, dijo entonces la cantante y actriz, antes de que las investigaciones conjuntas del FBI y de la policía antifraude israelí llevaran el pasado mes de enero a la detención de Lederman.

El juez reconoció en su sentencia que “ante la facilidad con la que cometen estos delitos quienes tienen habilidad para ello, como el procesado, y la dificultades que existen a la hora de reparar los daños que causan", era obligado "imponer una condena ejemplar y disuasoria”. Al final, Lederman, que carecía de antecedentes, lo confesó todo y aceptó sin reservas el acuerdo de la fiscalía. Pero los 3.600 euros de multa impuestos también por el magistrado Uziel al condenado difícilmente compensarán los perjuicios que sufrió la autora de Like a prayer, que tras las filtraciones tuvo que lanzar en la Web los temas pirateados antes de que estuvieran completamente perfilados.

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Sobre la firma

Juan Carlos Sanz
Es el corresponsal para el Magreb. Antes lo fue en Jerusalén durante siete años y, previamente, ejerció como jefe de Internacional. En 20 años como enviado de EL PAÍS ha cubierto conflictos en los Balcanes, Irak y Turquía, entre otros destinos. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Zaragoza y máster en Periodismo por la Autónoma de Madrid.

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