Criptomonedas para cambiar el mundo (II)
Por Carlos G. de Juan, activista de la comunidad global OuiShare
La semana pasada vimos criptomonedas para cambiar el mundo (I), hoy conoceremos más sobre Faircoin.
Sobre el Faircoin (moneda justa) comentar que fue una criptomoneda creada en el 2014 por un desarrollador anónimo, quien creo hasta un total de 50 millones de monedas pero que poco después dejo en el anonimato. Al poco tiempo, Enric Duran, (el Robin Hood de los bancos) las rescató con la ayuda de Thomas König, un experimentado desarrollador informático. Con el rescate de esta moneda se consiguió una pieza fundamental sobre la que construir un proyecto muy ambicioso y de carácter global llamado FairCoop. Este proyecto consiste en la creación de una cooperativa abierta, de ámbito mundial, que se auto-organiza a través de internet fuera de los límites y controles de los estados-naciones, que nació a mediados de septiembre de 2014.
De forma conjunta, FairCoop y Faircoin tratan de impulsar un nuevo sistema global de "economía postcapitalista", basado en la colaboración y en el 'software' libre que permita transferir valor a otras personas, colectivos y cooperativas de manera rápida, segura y poco costosa, independientemente de gobiernos y bancos, siendo más autonomos del sistema capitalista. Para profundizar más sobre el proyecto FairCoop puedes informarte desde su página principal.
Actualmente ya se ha superado el número de Faircoins iniciales de los 50 millones, en cuanto al valor actualizado de esta moneda con respecto al euro o al dólar puedes consultarlo aquí. Actualmente son entorno a los 10.000 los usuarios que las utilizan y su capitalización actualizada en el mercado puedes consultarlo aquí. Desde comienzos de 2015 es posible comprar faircoins con tarjeta o adquirirlos mediante transferencia bancaria, así como cambiarlos por dinero en efectivo en 10.000 cajeros de España gracias a los servicios de Getfaircoin y Fairtoearth. De momento el Faircoin se esta implementando como herramienta para hacer donaciones en aquellos colectivos sociales que lo acepten y en breve la apertura del fairmarket para que comercios, autónomos y cooperativas lo utilicen en su actividad.
No solo se crean herramientas sino que continuamente se mejoran, como es el caso del FairCoin, que ya esta desarrollándose su segunda versión, para que sea la criptomoneda más ética y cooperativa existente. El Faircoin, aunque nace como una copia del Bitcoin, se diferencia de esta por su filosofía. En el caso de Faircoin, detras de ella se encuentra una comunidad que quiere utilizar la criptomoneda para mejorar la sociedad e impulsar el bien común. En cambio, el bitcoin como cualquier otra moneda del sistema capitalista, fomenta el individualismo y el lucro individual. Otra diferencia con respecto al bitcoin, es que entorno al Faircoin se quiere construir un sistema solido que a su vez sea accesible y comprensible también para las personas que tengan mayor distanciamiento con las tecnologias facilitandose así un acceso universal, de este modo la economía digital se le da una función social activa para integrarla en la economía real del día a día.
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