No sin filosofía

Es el nuestro un país paradójico. Cabe la posibilidad de leer en las páginas de este periódico que “uno no sería ni la persona, ni el ciudadano, ni el lector y el escritor que es, sin la filosofía” porque en ella “está la llave de nuestra salvación como personas libres, lúcidas y mayores de edad” (Luis Landero, Mis queridos filósofos, 28-04-2015). Se tiene al alcance la oportunidad de acercarse a la reflexión y la obra de los grandes nombres de la filosofía, en ese fascinante recorrido por las ideas de los grandes pensadores que representa la Biblioteca Descubrir la Filosofía.

Sin embargo, con la entrada en vigor de la nueva ley educativa, la LOMCE, como ya sucediera con la LOE, un alumno puede acabar la enseñanza secundaria sin haber cursado Historia de la Filosofía.

Acaso también sea el nuestro un país falto de Ilustración, si recordamos a Kant: “La Ilustración es la salida del hombre de su autoculpable minoría de edad… ¡Sapere aude! —¡Ten el valor de servirte de tu propio entendimiento!—, he aquí el lema de la Ilustración”. Lástima que en ese empeño por alcanzar la mayoría de edad, auspiciado sobre todo por el sistema educativo, no coincidan gobernantes y gobernados.— José Antonio Martínez Martínez.