La industria alimentaria española se pone las pilas
Más de 84.000 visitantes hambrientos de novedades en el Salón de Gourmets de Madrid
El sector alimentario español no pasa hambre, por lo menos de innovación y creatividad, a juzgar por el balance del Salón de Gourmets recién celebrado en Madrid. Más de 84.000 visitantes han pasado por la feria pionera de la alimentación y las bebidas de calidad, de carácter internacional (con un 50% más este año de exposición extranjera) y se han expuesto 35.000 productos, de ellos más de un millar de novedades.
El gran escaparate del sibaritismo, no solo lujoso sino también asequible, cumplirá el año que viene 30 años de existencia. “Hay una recuperación manifiesta. Hay más expositores, más visitantes, mejor cara, acuerdos de negocio, la gente quiere avanzar en este terreno”, dice satisfecho el presidente del Grupo Gourmets, Francisco López Canís. Y el cocinero Pedro Subijana, cómplice de Canís en los cimientos de encuentros gastronómicos, destaca la “abundancia de la comida preparada, la llamada quinta gama. Se pueden tomar muchas cosas de calidad simplemente con abrir, calentar y servir. Eso facilita que en las casas y establecimientos sin cocina se defiendan dignamente”. Destaca asimismo la ingente cantidad de fórmulas de cervezas artesanas (urbanas y rurales), así como el gran cambio de la calidad y variedad de aceite de oliva, con envases de exquisito diseño. Una gigantesca oleoteca con un centenar de muestras en la parte pedagógica del Salón abierta al público, el Taller de los Sentidos Gourmets, daba cuenta del potencial de un icono de la dieta mediterránea. El aceite es un sector omnipresente, el segundo tras el del vino y seguido del jamón.
Otra tendencia es la modernización de productos tradicionales. Ejemplos: el torrezno de Soria reivindicado como snack, el turrón untable, el perfume de uva Gewürztraminer, paellas rápidas con sabor familiar, morcilla de Palencia en tubo o tubitos como los de acuarelas de miel de flores de Portugal (país invitado este año). Para los amigos de lo verde, setas de cultivo casero. Para los apasionados del sabor a mar, plancton en tarros o algas en polvo como condimento. Para los cafeteros, un máquina de espresso portátil para coche o barco.
La moda de los food trucks, comida móvil (carnes, embutidos, bebidas, quesos...) que “podría sustituir a los aburridos comedores de empresa” (según López Canís) no ha sido ajena a la feria.
Y entre los habituales campeonatos de Gourmets ha destacado la mano femenina: tres mujeres en el duelo de abridores de ostras. La madrileña Jessica Marín, que se presentaba por tercera vez y a quien curiosamente no le gusta ese preciado marisco, se alzó veloz con el triunfo (30 ostras en 3,25 segundos) y con el orgullo de ser la primera mujer ganadora en las ocho ediciones del concurso.
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