Corrupción a escala

Tenemos un problema y lo sabemos, pero no lo acabamos de aceptar. El cambio empieza por nosotros mismos. Ya sabemos quiénes se llenan los bolsillos, conscientes de que cada uno se lleva lo que puede en función de la posición de la que dispone. El conserje de instituto que le hace fotocopias a media familia, el camarero que se lleva unas latas de refresco para su casa, el cajero de una gran superficie que desalarma, pero no cobra la prenda, el conductor de autobuses que no cobra a sus conocidos, el guardia civil que le quita multas a sus amigos, el albañil que se lleva un poco de cemento… Cada profesional en el nivel que puede.

Ahora nos creemos con derecho a señalar a los ladrones, mientras que quizás nos deberíamos señalar a nosotros mismos. Si ustedes no paran de realizar estas pequeñas acciones, ¿realmente esperan que los políticos que están, o los nuevos que lleguen, no lo hagan? ¿Sois tan hipócritas de pensar que como sus cargos son de mayor responsabilidad que los vuestros ellos están más obligados a realizar bien su trabajo? ¿Son ellos los que están corruptos o somos todos? No, yo no. ¿Estás seguro? Nunca digas, nunca.— Chechu Rama Ballinote.