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Rajoy debería subir la voz e Iglesias bajarla: la ciencia de sonar como un líder

Los secretos del nexo biológico entre la voz y el carisma, según un experto en psicología y lenguaje de California

Pablo Iglesias, en el velódromo sevillano Dos Hermanas el pasado 20 de marzo
Pablo Iglesias, en el velódromo sevillano Dos Hermanas el pasado 20 de marzoKiko Jiménez / Demotix (Cordon Press)

Si quiere que le sigan, cuide más cómo dice las cosas que lo que realmente dice. Así de tajante se muestra Rosario Signorello. Algo, por otro lado, nada descabellado si tenemos en cuenta que este doctor por partida doble en lingüística y psicología ha hecho correr ríos de tinta tras su reciente ponencia en la Acoustical Society of America, donde aseguraba que la modulación fonética es un signo biológico del carisma y que los políticos suelen “usar sus voces como un arma poderosa para generar emociones y persuadir a la audiencia”.

Rajoy debería cambiar la cualidad de su voz para aumentar la expectación. Debería saber moldear su fonética dependiendo de si va dirigido a gente joven o mayor. Si se dirige a los independentistas de Cataluña, por ejemplo, debe emplear una frecuencia grave porque le conviene dar una imagen de fortaleza Rosario Signorello, doctor por partida doble en lingüística y psicología

Nacido en Sicilia hace 32 años, “un lugar donde los líderes generan especial fascinación”, trabaja actualmente como experto en el departamento de cirugía de cabeza y cuello de la facultad de Medicina de la Universidad de California, aunque en su vida ha cogido un bisturí. “La voz es muy importante en este tipo de operaciones, que en muchos casos afectan a la laringe, órgano imprescindible del habla”, justifica.

Sus conclusiones científicas sobre la relación del carisma con el uso de la voz no son baladíes: el estudio se basa en los análisis de discursos de gobernantes de primer orden en diferentes culturas, concretamente de Francia, Italia, Brasil y Estados Unidos. “Mido el rango de voz, la extensión, la manipulación y el espectro, y analizo cuál tiene más carisma”, cuenta el especialista. Al mismo tiempo, ha recogido el efecto que generan en varios oyentes, los cuales “no conocían el idioma y no entendían por tanto lo que estaban diciendo. Sin embargo, la mayoría coincidía en cuáles son los políticos más carismáticos”. Básicamente, de su estudio se desprende que un falsete metido a destiempo puede arruinar un buen discurso… E incluso unas elecciones.

Para el experto, el líder actual que mejor controla la modulación fonética es Barack Obama

La pregunta es inevitable: ¿qué modulación es la más adecuada para transmitir carisma? “Hay mucho tipos, no podemos hablar de un solo perfil de líder: quienes utilizan un amplio rango en la modulación de la voz suelen tender a ser autoritarios, pero al mismo tiempo activos y seductores; una voz menos modulada, más homogénea, coincide con un líder más calmado, más prudente y también más honesto”, aclara Signorello, y explica que Ignacio Lula da Silva, uno de los elegidos para su estudio, “pertenece al primer grupo porque sabe modular muy bien los tonos graves, pero al mismo tiempo introduce cambios abruptos de frecuencia [la velocidad con la que vibran las cuerdas vocales]”. Un líder de izquierdas que, curiosamente, coincide con otro de derechas en el uso de su voz: Nicolas Sarkozy. “También utiliza cambios bruscos de frecuencia, con discursos rápidos que transmiten una actitud dominante”. Su sucesor y actual presidente de Francia, el socialista François Hollande, tiene en cambio “variaciones de frecuencia más suaves en su discurso, se toma pausas más prolongadas, transmite una mayor benevolencia”, explica Signorello.

Quienes utilizan un amplio rango en la modulación de la voz suelen ser autoritarios, pero al mismo tiempo activos y seductores; una voz menos modulada, coincide con un líder  calmado, prudente y más honesto

Si hay que buscar un elemento común en todas las voces carismáticas, ese es “saber hacer uso de una voz grave, casi crepitante, lo que siempre dará una imagen de fortaleza, aunque si te pasas puedes llegar a parecer dominante”. Para el experto, el líder actual que mejor controla la modulación fonética es Barack Obama. “En mis encuestas, una inmensa mayoría lo ha calificado como el más carismático, e insisto en que los oyentes no entendían lo que decía, de modo que no estaban condicionados por el contenido de su discurso, sino por lo que representa, por lo que transmite con su cuerpo, sus gestos y sobre todo por cómo emplea su voz, con un dominio total de los tonos graves”.

Pablo Iglesias hace un buen uso de la modulación grave y eso ayuda en la percepción de su carisma, pero un líder de un partido pequeño tiende a manipular su voz siempre de la misma forma porque al principio va dirigido a un target más pequeño

El especialista insiste en la importancia que tiene para un político saber modular su voz incluso por encima del mensaje, y pone dos casos extremos: “Todos sabían que la primera idea que defendía Silvio Berlusconi era la de proteger su dinero y sus negocios. No era un líder carismático por ideas revolucionarias, sino por la manera en que manejaba su voz y su cuerpo, su personalidad era muy carismática, por eso recibía tantos votos, aunque no tuviera la más remota idea de cómo gestionar un país; es el mejor ejemplo de una persona que carece por completo del carisma de la mente, esto es, de las ideas, pero va muy sobrado de carisma del cuerpo, en concreto de la voz. Por otro lado, Gandhi estaba muy bien considerado por sus ideas, pero era percibido como alguien que carecía de facultades oratorias, lo que no le impidió adquirir relevancia mundial. En este caso, su abrumador carisma de la mente podía incluso con su escaso carisma corporal, su incapacidad para modular su voz”.

Roberto Signorello no ha estudiado las voces de políticos españoles, de manera que le planteamos la pregunta a la inversa: Mariano Rajoy arrastra fama de gobernante poco carismático; Pablo Iglesias, de todo lo contrario. “Supongo que Rajoy debería cambiar la cualidad de su voz para aumentar la expectación, especialmente ahora que se acercan las elecciones. Debería saber moldear su fonética dependiendo de si va dirigido a gente joven o más mayor, o dependiendo de si le apoyan o no: si se dirige a los independentistas de Cataluña, por ejemplo, debe emplear una frecuencia grave porque le conviene dar una imagen de fortaleza, y no parecer débil. Pero si está ante una audiencia que le apoya en sus ideas y quiere dar una imagen competente y a la vez benevolente, no deberá emplear tonos demasiado graves, porque no le interesa parecer muy dominante”.

Silvio Berlusconi no era un líder carismático por ideas revolucionarias, sino por la manera en que manejaba su voz y su cuerpo, por eso recibía tantos votos

En cuanto al líder de Podemos, Signorello coincide en que “hace un buen uso de la modulación grave y eso ayuda en la percepción de su carisma, pero un líder de un partido pequeño que está adquiriendo mucho poder tiende a manipular su voz siempre de la misma forma, lo hemos visto en España con Podemos y también en otros países de Europa. Esto ocurre porque al principio va dirigido a un target más pequeño, menos global, su objetivo inicial es focalizarse en sus seguidores y también en sus miembros, que son menos. Por eso, si Podemos aspira a llegar a una masa de seguidores mucho más amplia, y parece que es así, Iglesias debe aprender a modular su voz de forma más variada para adaptarse a cada contexto y audiencia”, y remata el experto, “esta virtud es la que transmite la mayor sensación de carisma”.

Cuatro consejos para sonar como un líder carismático:

1. Piensa en tu público: en Alemania las frecuencias altas te harán sonar agresivo pero en Italia nadie te hará caso si hablas suave

Hay que saber modular la voz en función de a quién se dirija. Esto implica al tipo de persona, su edad, e incluso su nacionalidad. “En Alemania, por ejemplo, evitas las frecuencias altas, porque de otra manera te percibirán como agresivo. Si hablas demasiado suave y tranquilo en Italia, en cambio, te pueden percibir como alguien vergonzoso y eso resta carisma”, dice Signorello.

2. Seduce antes de mandar

Según el experto, “si quieres ser un jefe carismático y tienes que encargar a alguno de tus empleados que haga algo para ti en una situación crítica, es mejor no sonar demasiado imperativo. En lugar de ‘Haz esto’, con una modulación plana y frecuencia baja, es mejor ‘¿Me puedes ayudar en esto?’, elevando el contorno de la entonación al final. Suele dar mejor resultado, suenas menos agresivo y no por ello dejas de sonar carismático”.

3. Cuida mucho el lenguaje, pero solo delante de la gente que lo aprecie

“Muchos políticos hablan fatal. Berlusconi precisamente fue muy exitoso porque hablaba como una persona normal del pueblo. La mayoría de los italianos le votaban por eso. El problema se convierte en virtud, y muchas veces la virtud puede ser el problema: los políticos que hablan como filósofos no suelen ser entendidos por la mayoría de la población, y por eso es algo de lo que llevan años huyendo. Hay que saber encontrar el equilibrio”.

4. Tener carisma está bien. Tener más de un tipo de carisma está mejor

“Existen varios tipos de carisma”, afirma Signorello, “Hitler solo necesitó uno, porque su país estaba en depresión aguda y la mayoría solo necesitaba un mensaje, que fuera agresivo y que transmitiera fortaleza. Pero hoy en día hay más variedad: izquierda, derecha, centralistas, independentistas… Un socialista carismático, por ejemplo, debe cambiar y adaptar su voz a la audiencia y el contexto, sonar autoritario a veces con un tono más elevado, pero ser capaz también de modular una voz grave y suave, que le otorgue cierto encanto. Y ante todo, modular siempre con naturalidad, sonar auténtico, nunca impostado. Esa es la clave”.

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