Ser cristiano en Oriente Próximo
El drama de los cristianos en Oriente Próximo aumenta día a día, y lo que no crece son las denuncias de la situación. Me indigna la pasividad de Europa, son pocas las voces que se levantan en comparación con las que lo hacen por otros temas; y aún son menos las manifestaciones en la calle pidiendo el cese de la violencia sobre los perseguidos. Muchas familias han tenido que dejar sus hogares por no ceder ante el Estado Islámico, son muchas las personas que han muerto por no abandonar sus ideales, su religión o su modo de vida, centenares de personas han sido secuestradas en Nigeria y en Siria. Y parece que a muchos les dé igual, o ni siquiera sean consientes de que se están cometiendo auténticas vejaciones contra los derechos humanos. Están siendo perseguidos y masacrados.
Ojalá la gente se conciencie de verdad de lo que está ocurriendo allí, que no sean indiferentes ante el dolor de los demás y que se luche siempre que se ataque a la libertad de las personas.— María de la Maza.
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