Alarde de riqueza
Es destacable la influencia que ha tenido, y tiene, el Banco Central Europeo (BCE) en contener la inflación en Europa y sus sucesivas inyecciones de liquidez a los mercados, y debemos saber reconocerlo. Pero que, en plena crisis europea, destine 1.300 millones a la construcción de su sede social se convierte en una provocación.
El BCE, junto a otros integrantes de la Troika, exige austeridad a los ciudadanos de países integrantes de la UE y por ese motivo sería bueno que predicara con el ejemplo. Si ese elevado capital fuese destinado a inversiones productivas, se crearía riqueza y se generaría empleo. Tiempo habría en el futuro, una vez Europa saliera de la crisis, de construir la nueva sede que, tal vez siendo necesaria, podría ser menos ostentosa.— José-Benigno Pérez Rico.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.