Economía y absurdo

Para salir de la crisis, nuestras autoridades nos invitan a que consumamos más a fin de que el incremento de la demanda interna aumente la producción de bienes y servicios y se anime la economía. Hasta aquí, nada que objetar a la lógica capitalista. Sin embargo, al mismo tiempo, paradójicamente se dictan normas que nos obligan a consumir menos porque reducen nuestros ingresos, bien por la vía del aumento de los impuestos (sobre todo los indirectos, como el IVA) y de los costes de los servicios (copagos, etcétera), bien por la vía de la reducción de los salarios (véanse las consecuencias de la ley de reforma laboral) y de la práctica congelación de las pensiones. Si tenemos menos dinero en el bolsillo, ¿a quién se le ocurre pensar que vamos a consumir más? Y para completar el absurdo, las entidades financieras restringen el acceso al crédito. ¿No es todo esto un inmenso dislate?— Enrique Chicote Serna.