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Blogs / Cultura
Del tirador a la ciudad
Coordinado por Anatxu Zabalbeascoa

¿Es práctico montar y desmontar una casa a diario?

Anatxu Zabalbeascoa

FOTO: Javier de Paz 

Esta vivienda no tiene habitaciones fijas, pero la que está en uso es siempre espaciosa. Contenedores de madera OSB suspendidos reorganizan las estancias, ocultan la cocina, despliegan el dormitorio o convierten la casa en el estudio de la diseñadora Yolanda R. Pila. ¿Cómo afecta ese movimiento de paredes la vida en una casa? Hablan los autores y la usuaria. Hablan los arquitectos y la usuaria.

Los autores del proyecto, los arquitectos del estudio PKMN, explican que la casa puede funcionar sin mover las paredes. “El problema es que de esa manera reproduce el modelo de vivienda que posiblemente hubiera sido sin el sistema de almacenaje y usos móviles”. Entienden que esa posibilidad, la inmovilidad, “es útil para esos días en los que mover "la casa" pueda ser un incordio”. En contraposición, el movimiento de paredes-almacén posibilita que no existan habitaciones vacías en la vivienda: “uno de los grandes dramas de un mercado inmobiliario que se sustenta en el número de habitaciones de la vivienda y que ha supuesto una gran losa tipológica”. El movimiento ofrece gran flexibilidad, lo necesario en un espacio que pretende ser vivienda y estudio de diseño al mismo tiempo. El precio es tener que mover esos elementos de configuración de los distintos espacios. En ese sentido el sistema de raíles industriales (utilizados en grandes volúmenes de almacenaje) intenta facilitar lo más posible ese movimiento. 

Habla la usuaria:

Yolanda R. Pila enumera ventajas y desventajas de mover tabiques con estanterías y armarios. La flexibilidad le permite:

-Ducharse con vistas al patio. Comer con vistas al patio. Poder hacerlo todo con vistas al patio.

-Descubrir nuevos espacios. “A veces me olvido y entonces recuerdo que moviendo algunas cosas puedo reconfigurar mi casa y la relación con el espacio”. 

-La casa se limpia muy bien. “En mi vivienda anterior a menudo pensaba -emulando a Mary Poppins- que sería genial levantar los muebles del suelo solo con un chasquido. Ahora puedo hacerlo”. Con todas estas ventajas, la dueña asume que la suya es una casa diferente y que “requiere un esfuerzo aprender a vivir en ella”.

El esfuerzo no le impide ver las desventajas que ha descubierto viviendo en la casa:

-El peso de los propios muebles. “A pesar del sistema de guías, es una estructura consistente. Tengo que dar la razón a todos los aguafiestas (incluida mi madre) que me recuerdan que “esto no se adapta a ellos”, y tampoco a minusvalías.

-También le incomoda tener que justificar la propuesta una y otra vez. “Cuando te sales de la norma, pagas un precio. Y aquí hay que lidiar con el inconsciente de amigos, familiares y demás que se sienten cuestionados en su “norma”.

-Le parece un posible inconveniente lo que sucede en los espacios abiertos: ver toda la casa a la vez. “El factor sorpresa es la movilidad, no las habitaciones cerradas”.

-También como en los espacios abiertos, nota cierta pérdida de intimidad: olores, ruidos… “que se reducen con la compartimentación. Al ser una casa poco formal, los límites en la casa son más conceptuales que físicos”.

-Finalmente, está la duda del futuro: “no sabemos cómo va a evolucionar técnicamente esta solución ni cómo lo haré yo en ella”.

Estas son las dos caras. Sería interesante repetir la pregunta dentro de 10 años.

Precio por metro cuadrado del proyecto entero según arquitectos: 850 euros (incluida cocina, módulos-almacén y guías).

Comentarios

Me ha gustado mucho la manera en que se ha escrito esto, dando voz a una usuaria para que nos cuente sus pros y contras. Hay mucha gente a la que le cuesta oír historias nuevas que las hagan pensar de otra manera o incluso dudar y se lo toman como una provocación. Mejor leer los contras de alguien que los ha vivido. Me imagino dos ventajas: lo que se ahorra uno de gimnasio y lo rápido que se ventila la casa. No es para mí, aunque me hace muchísima gracia. Hace más de una década vivía con una mujer en otra casa, nos separamos e hice una fiesta "de divorcio". Ella hizo otra en la casa que se alquiló y allí fueron las amigas y a la mía los amigos. Cuando estábamos todos bien mamados repartí macetas y nos pusimos a tirar tabiques, en plan vikingo. No a tontas y a locas, pero buena la armamos de todos modos. Ellas se lo pasarían muy bien a su manera, ja ja. Luego me arrepentí. Con esta idea me lo hubiera ahorrado pero no estaría ahora riéndome de mi tontería.
asi según el estado de animo se puede cambiar el espacio
Es un coñazo, un verdadero coñazo y el que diga lo contrario es que sólo teoriza
La costumbre de que todo esté en el mismo sitio vs la costumbre de tener que moverlo todo cada día. Yo vivo en un espacio de tamaño semejante, estructurado a la manera tradicional y podría enumerar también varios contras. Pero lo interesante de este caso descrito es que queda materializada la costumbre de la optimización. Sin duda será interesante saber qué le aportará en su manera de pensar y actuar en los próximos años.
Me gusta la honestidad de la historia. Sus ventajas e inconvenientes. No se si me atrevería a experimentar tanto, y me alegro de que alguien lo haga!
Es un sistema novedoso y original, todo queda ahí. A la hora de la verdad, la comodidad prima ante todo. No creo que sea cómodo o práctico su funionamiento día a día. Además no puede disponer de muebles o deben ser muy escasos, ya que no se fabrican con un concepto móvil.
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