Preservativos y mitos
¿Hay realmente mucha diferencia entre uno de tamaño normal y otro XXL?
Una cantante sueca, Zara Larsson, ha hecho "un estudio empírico" sobre el tamaño de los preservativos XXL: se ha puesto uno en la pierna a modo de media y se ha fotografiado con él en las redes sociales. Su intención era afear la conducta de aquellos machotes que se niegan a utilizarlos con la excusa de que son demasiado pequeños para ellos. Pero más allá de esta broma, el tamaño del condón sí que importa, y más de lo que se cree.
Según un estudio (serio) realizado en India, los preservativos occidentales (los de las marcas que todos conocemos) resultaban demasiado grandes para la población masculina del lugar. ¿Consecuencia? Aumentaba el riesgo de transmisión de enfermedades venéreas. Hay problemas por exceso de látex… y también por defecto. En este último terreno, muy comentada fue la anécdota de cuando, en pleno bloqueo de Cuba, los camaradas chinos enviaron a la isla una remesa de profilácticos del lejano Oriente con las mejores intenciones. Tras abrir el regalo, Fidel Castro se enfundó uno en el meñique y bramó: “¿Dónde quieren que nos pongamos esto, chico?”.
Si nos centramos en España, las diferencias entre condones XL y el resto son apreciables, pero tampoco delirantes. Básicamente, la variación de la medida es mínima entre los más populares (Durex, Control… ¡Mercadona!) y se centra en la “anchura nominal”, fluctuando entre los 47 mm (talla XS) y los 57 mm (talla XL). Los más populares dentro de los normales son los de 54 o 56, así que el que desea comprarse “extra grandes” luce con orgullo una diferencia de apenas unos milímetros. Esta cantidad resulta físicamente inapreciable para el hombre (y no digamos para la mujer), pero metafísicamente fundamental para el ego. Trojan, que controla el mercado estadounidense, ha creado un nicho -básicamente, afroamericanos- que acoge al 20% de los consumidores de su producto Magnum. Algunos de los raperos más rijosos de las listas de éxito son los protagonistas de las campañas publicitarias de este despliegue de látex.
Resumiendo: que lo mismo le da comprar en la farmacia un XS o un XL, a menos que lo suyo sea un caso patológico. En ese caso, dese una vuelta por la página web de la empresa británica They Fit. Hace dos años se lanzó al mercado asegurando que ofrecía una goma para cada pene, comercializando hasta 95 condones diferentes.
¿Y cómo sabe usted si necesita un preservativo más allá de lo normal? Muy fácil. Gracias a la tecnología, puede comprobarlo en la comodidad de su hogar y sin necesidad de reglas o cintas métricas. En la página web de Apple puede descargarse la aplicación Condom Size. Se procede manteniendo el pene enhiesto (nadie dijo que no hubiera que esforzarse) y colocándolo junto a la pantalla. Sea por vía digital o manual: póngaselo.
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