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3.500 Millones
Coordinado por Gonzalo Fanjul y Patricia Páez

Un sándwich en Níger

Esta entrada ha sido escrita porTomás Pastor(@tomas_pastor).

Foto: Tomás Pastor.

No es fácil comerse un bocadillo en Níger en cuanto te alejas 10 kilómetros de Niamey. Conducir hacia el este desde allí es “costear” la frontera con Nigeria. En las paradas obligadas de Dosso, Dogondoutchi y Birnin Konni (a menos de 10 km del paso fronterizo) siempre se aprovecha para conseguir más bebida, algo de pan o comer unos trozos de carne a la brasa. Aún queda mucho para Maradi y muchos más para Zinder. Mucho más allá, en el último rincón del Níger está la región de Diffa, una de las más pobres, que también está hace frontera con el Chad. Desde Enero hasta Agosto de este año se aceleró la entrada de refugiados desde Nigeria a ritmo de 7.000 por mes. Es un movimiento natural dados los vínculos a ambos lados de la frontera: como mínimo la religión musulmana y algo por la lengua haussa.

Mi amigo Nicolas me explica que partir de agosto aún se incrementó más el ritmo de migración oscilando entre 10.000 y 30.000 por mes. Es difícil saber en una zona abierta y con pocos medios. Y difícil de gestionar si se tiene en cuenta el punto de partida: en torno a medio millón de habitantes de los que casi el 50% carecen de acceso al agua potable y el 43% vive con menos de 1,25 dólares al día.

Según el ACNUR el auténtico problema vendrá con la inseguridad alimentaria. Si la escasez se da en condiciones normales, ahora debe acoger además a unos 150.000 refugiados.

¿Qué está pasando al otro lado, en Nigeria? Boko Haram. Sin más. El día 24 de noviembre en Damasak no había hombres. Han huido de sus ataques y fue muy fácil tomar la ciudad sólo habitada por niños y mujeres desarmadas. Aún así al menos 45 personas murieron, destruyeron muchos edificios, el mercado, un hospital. Toda su población está bajo el poder de estos terroristas. En los días siguientes 14.000 personas más cruzaron la frontera. En Diffa se han cerrado decenas de escuelas y escasea el pasto.

A más de dos días conduciendo, en el norte todo es distinto y todo es igual. Desierto, arena, fronteras difusas. Y Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) que encuentra un amplio territorio de operaciones difícil de abarcar y difícil de imaginar en el triángulo que forman el norte de Malí, el sur de Argelia y el norte de Níger. Pequeñas “victorias” de la misión de los cascos azules o del ejército francés como la muerte de Ahmed al Tilemsi fundador del Movimiento para la Unicidad y la Yihad en Africa Occidental (MUJAO). En un año han muerto 60 cascos azules.

¿Y la gente? Silimane tiene a su hija Laïla de 12 años en el colegio de Tchirozérine, al norte de Agadez. De origen nómada, la niña puede estudiar por sus excelentes notas que le dan acceso a una beca en el internado de la ONG española Acoger y Compartir. Eso supone que hace todas las comidas allí pero duerme con un familiar, a unos 400 metros de la escuela. Silimane recorre amplias zonas del desierto con un rebaño diverso de cabras y camellos. Mira preocupado hacia el noroeste y comenta las escasas lluvias que se han recogido, apenas 103mm en todo el año, lo que le obligará a alejarse aún más en busca de los escasos pastos. Con tristeza también comenta que los grupos de bandidos, y también los terroristas que entran desde Mali o desde Argelia, acosan incluso a gente sencilla y pobre como él. También a Limane que trabaja como soldador y a su mujer Akou, cocinera en la cantina de una mina cercana. A ellos les preocupa su hijo Alhassane. Su rendimiento en el colegio es mucho peor y temen que tenga la tentación de unirse a algún grupo rebelde.

Los mapas que estos días muestran en los medios los conflictos olvidados y los desplazados dejan fuera a Níger. En medio del desierto, en medio de varios conflictos, no es tan importante. O quizás sí.

Comentarios

Vergüenza internacional. Gracias al autor por el texto, muy necesario para no olvidar que estas cosas siguen pasando en pleno siglo XXI..
Un drama humano, la brutalidad de la fuerza y del terror, en nombre de Dios, vaya panorama para Ël contemplar que lo que ha creado se acaba destruyendo por el ser más inteligente de los nacidos por Él.
Vergüenza internacional. Gracias al autor por el texto, muy necesario para no olvidar que estas cosas siguen pasando en pleno siglo XXI..
Un drama humano, la brutalidad de la fuerza y del terror, en nombre de Dios, vaya panorama para Ël contemplar que lo que ha creado se acaba destruyendo por el ser más inteligente de los nacidos por Él.
Vergüenza internacional. Gracias al autor por el texto, muy necesario para no olvidar que estas cosas siguen pasando en pleno siglo XXI..
Un drama humano, la brutalidad de la fuerza y del terror, en nombre de Dios, vaya panorama para Ël contemplar que lo que ha creado se acaba destruyendo por el ser más inteligente de los nacidos por Él.

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