Laboristas al borde del abismo
Puede que los días de Reino Unido como Estado nación estén contados
Nada de lo que sucedió en la política británica en 2014 puede ser comparado con el referéndum sobre la independencia de Escocia. (…) El resultado fue suficientemente claro —la independencia fue rechazada por un decisivo 55%—, pero el referéndum no ha sido el final de nada. (…) Fue una prueba de esfuerzo tanto para Reino Unido como entidad política como para su sistema de partidos y Gran Bretaña está a punto de fracasar en los dos. Cuatro meses después [según una encuesta para The Guardian] el partido que fue derrotado el 18 de septiembre, el Partido Nacionalista Escocés (SNP), tiene más apoyos que nunca, mientras que los partidos cuya causa salió victoriosa están ahora en declive.
El principal perdedor es el Laborista, que (...) dejaría de sumar 41 escaños escoceses (…) en Westminster para quedarse en 10, mientras el SNP pasaría de 6 diputados a 45. (…) El laborismo está siendo castigado por los votantes escoceses por haber hecho campaña (…) contra la independencia. Sus antiguos votantes (…) creen que ha dejado de defender sus intereses (...). El programa laborista sigue siendo más redistributivo que el del SNP (…), pero este dato no concuerda con el ánimo del momento. (…) Más grave aún, los votantes creen que las propuestas de la comisión Smith sobre devolución de competencias son decepcionantes. (...) En Escocia la falta de confianza en la política “con sede en Londres” lo supera todo. Puede calificarse como injusto e incluso irracional, pero es una realidad política. (…) Puede incluso implicar que, a pesar del referéndum, los días de Reino Unido como Estado nación estén contados.
Londres, 26 de diciembre
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