Kambalachic, la exclusividad bien entendida
Por Daniel Jimenez, de Social&People
En el mundo del consumo responsable se suele insistir con frecuencia en la importancia de nuestras elecciones como consumidores. En efecto, cada vez que compramos, estamos decidiendo. No solo sobre lo que compramos, sino sobre las condiciones –más o menos dignas para los trabajadores; más o menos sostenibles para el planeta –en las que se produce lo que compramos.
Sin embargo, los defensores de las compras conscientes pocas veces reparan en la otra parte del juego, la de las ventas. Ciertamente, para que haya alguien que compra, debe haber también alguien que vende. Y vender tu producto no es fácil, sobre todo en ciertos ámbitos, por ejemplo el de moda, dominado por las grandes marcas de la llamada fast fashion, la moda convencional de producción masiva y rápida caducidad.
Hacerse un hueco en este mercado no resulta tarea sencilla, sobre todo para quienes quieren ser consecuentes con sus valores “Si produces de forma realmente responsable, debes asumir que tu producto va a ser más caro que el de una gran marca. Este el sobreprecio que pagas por fabricar de forma transparente, respetando el planeta social y medioambientalmente”, explica Isabel García, miembro de Social&People, empresa dedicada al apoyo de los emprendedores sociales. García es además periodista experta en moda sostenible y colaboradora de Slow Fashion Spain, la principal plataforma del sector en España.
Para ayudar a los artesanos y diseñadores de la moda consciente, Social&People ha puesto en marcha Kambalachic, proyecto que en su primera fase, como tienda efímera, estará ubicado en la propia oficina de esta empresa (calle Emilio Carrere, número 4, Madrid) hasta el próximo 5 de enero.
“Queremos servir de primer escaparate y de banco de pruebas a quienes están comenzado en este mundillo”, destaca García, quien añade: “La idea es que los creadores dispongan de un punto de venta de manera asequible. Y que además puedan testar la aceptación de sus productos en un mercado real, ya que les informaremos no solo de lo que están vendiendo, sino también de lo que dice la gente, bueno y malo, sobre sus productos”.
El único requisito para quienes quieran estar presentes en Kambalachic es ofrecer un producto con valor. Es decir, elaborado de manera artesanal y según criterios de sostenibilidad ambiental y social. “Nuestro lema es 'sé diferente, compra diferente'. Queremos un producto exclusivo, pero entendiendo la exclusividad no solo desde el punto de vista estético. La exclusividad debe ser además un principio ético. Porque pensamos que lo más elegante es vestirte con tus valores. Y además, no hay nada menos exclusivo que la cadena de montaje de la fast fashion”, afirma García.
Otra característica diferencial de Kambalachic es que ninguno de los creadores que decida poner allí su producto tendrá que ocuparse de atender la tienda, ya que esta responsabilidad correrá a cargo de los empleados de Social&People. Además, por todos estos servicios no tendrá que pagarse nada. Tan solo se le pedirá a cada creador que done el porcentaje que considere sobre los ingresos que haya conseguido a través de la venta de su producto en Kambalachic.
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