Un Quijote se ha posado en Cataluña
En el patio trasero de la casa de Juan Goytisolo en Marraquech crecen dos árboles que dan limones y naranjos a la vez, extraña alquimia. El Cervantes es un postergado homenaje. Esta paradoja de la naturaleza parece tener su correlato en las letras. Goytisolo ha “polinizado” durante años nuestras letras, en España primero, luego en su exilio forzoso en Francia y ahora en Marruecos. Nos ha demostrado que las palabras, las ideas y el amor por la escritura es un instrumento mucho más poderoso que cualquier otro. Su “polen” literario ha cruzado fronteras, mares y vastos territorios. Un noble Quijote ha partido de la meseta castellana para posarse en su Cataluña natal. De un mismo árbol pueden nacer y madurar varios frutos. Con su pluma nos ha demostrado que esto es posible. En momentos donde todo parece que puede desbarrancarse, él sigue escribiendo a mano. El multiculturalismo, la tolerancia y la convivencia en paz son posibles. El Cervantes está en buenas manos.— Miguel Muñoz Humanes.
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