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LA PARADOJA Y EL ESTILO
Columna
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Dimite o Mato

¿Cómo sostener el independentismo si la bebida con la que lo celebrarías se resiste? En su escaño de diputada rasa la exministra bien podría decir ¡Me Mato de risa!

Boris Izaguirre
David Bisbal y Maria Valverde en la presentación del spot de FREIXENET.
David Bisbal y Maria Valverde en la presentación del spot de FREIXENET.EFE

Al principio parecía un trabalenguas: “Dimite Ana Mato”. Luego fue una cruda realidad para el presidente Rajoy, su Gobierno volvía a sacrificar una buena amistad. Mientras en Estados Unidos Obama concedía una amnistía a dos buenos pavos para que no fueran degollados en el día de Acción de Gracias, en nuestra atribulada España Rajoy dejaba sin cabeza ministerial a una mujer que siempre se nos fue vendida como esa gran amiga que lo hace todo por ti. Incluso pasar de ser ministra de Sanidad a diputada rasa, que es una manera oficiosa de decir putada.

A Mato la recordaremos por ese aire ausente que sostuvo en aquella insana rueda de prensa para anunciar que había una enfermera enferma de ébola. Debemos de reconocerle que creó un estilo de ser ministro ausente, como si tardara en darse cuenta de casi todo. Una simulación de ministra en diferido, que diría Dolores de Cospedal. Convivió con un Jaguar en el garaje de su casa, presuntamente sin preguntarle a su cónyuge de dónde provenía tanta cilindrada. Admitió confeti y luces de diseño en los cumpleaños de sus hijos, también presuntamente sin querer saber quién, o cómo, se pagaba. Tanto el coche como el papelillo la obligaron a divorciarse, algo que fue molesto para ella debido a sus convicciones religiosas. Si no fuera por ellas, entendemos que seguiría casada con un imputado. Ahora que es diputada, tendrá tiempo para disfrutar de su escaño como partícipe a título lucrativo mientras se debaten leyes o viajes parlamentarios. Precisamente para no tenerla allí sentada mientras Rajoy explicaba su plan anticorrupción la obligaron a dimitir. Y, al final, Rajoy consiguió que la dimisión negociada de su amiga fuera más noticia que sus delicadas medidas contra la corrupción.

¡Ánimo, Ana! No cabe duda que es preferible ser diputada rasa que ser elegida primera dama del Club de las Esposas Tontas, ese que a lo largo de estos años compartiste con otras importantes mujeres, desde  Isabel Pantoja, la reina de la copla, hasta la infanta Cristina. En el futuro, cuando estudiemos esta etapa de nuestra historia como la era de la corrupción, el Club de las Esposas Tontas será un capítulo inolvidable. Mujeres castigadas por la ley a causa de un mal amor. En el fondo, todo por culpa de los hombres. ¡La testosterona no abandona! Pero siempre hay una segunda oportunidad. Pantoja ha anunciado que le gustaría dirigir un coro en la cárcel. ¡Pantoja maestra! ¡Quién nos lo iba a decir! La infanta Cristina debería conseguir fondos para una cadena de supermercados orgánicos. Y Mato podría escribir un libro sobre cómo esconder un Jaguar en tu jardín. Y en tu memoria.

Afortunadamente en este universo de esposas atontadas, hay una que es lista. Y esa es Charlene de Mónaco, que ha comprendido que lo más importante en un matrimonio como el suyo no es el marido ni ella sino una buena asesoría. Charlene ha contratado a nuestra entrañable princesa Corinna. Y la desenvuelta princesa no ha hecho más que anotar goles en un Principado que ya conoce como la palma de su mano. Primero convirtió a Charlene en una mujer casi interesante, alejándola de su destino de ser una versión femenina de Michael Phelps. Una vez eliminado ese aire de nadadora desorientada, consiguió embarazarla y así estamos hoy felices, a la espera de que nazcan dos sendos herederos al trono del Principado. Hay mucho revuelo en palacio por estos gemelos, porque no está tan claro quién de los dos será el heredero, si el primero en nacer o el segundo. ¡La vida de los millonarios siempre tiene una complicación, pero más una opción! Por eso, quizás para endulzarla, Corinna es portada de una de las revistas del corazón de nuevo cuño, LOVE, donde se la ve con aspecto inmejorable. Un poco en la onda de Renée Zellweger con ese cambio de look. Pero siempre con su envidiable aspecto de soltera muy estupenda. Corinna, como el turrón, vuelve a casa por Navidad. Está en todos los quioscos para que no la olvidemos.

Líos de faldas también hay en Zaragoza, aunque en este caso son sotanas las que se agitan. El arzobispo de esa ciudad quiso hacernos creer que dejaba su cargo por motivos de salud cuando en realidad fue el papa Francisco quien le cesó por tapar un caso de acoso entre un párroco y un diácono. Y autorizar un pago de 105.000 euros al diácono para un curso de formación. La pasión de uno llegó a estrellarse con la puerta del otro fulminando el ocio, el sacerdocio y su amistad. Todos hemos pecado como el sacerdote de Epila, nos dejamos envolver por juegos apasionados, nos dejamos llevar y, después, dios mediante… llega la indemnización.

Algunas tradiciones resisten, como la llegada del anuncio de Freixenet, este año con David Bisbal y María Valverde. La marca celebra centenario y el presidente de la empresa aprovecha para decirnos que ellos no apoyan para nada la independencia catalana. El cava, ese líquido espumoso definitorio de lo catalán, es español. Un mal trago para Artur Mas. ¿Cómo vas a sostener una idea independentista si la bebida con la que vas a celebrarlo se resiste a independizarse? En su escaño de diputada rasa, la exministra Ana bien podría decir ¡Me Mato de la risa!

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