El mundo de Hopper, al descubierto

Dennis Hopper, el actor, director, fotógrafo, pintor y artista contracultural, falleció en 2010 a los 74 años pero su legado continúa y va más allá de sus películas. El icónico intérprete, que se dio a conocer como secundario en Rebelde sin causa y que será siempre recordado por su trabajo en Easy Rider, era un acumulador de recuerdos que ahora conforman su legado. Una herencia que la Universidad del Sur de California (USC) muestra en la exposición Part of Beign an Artist: The Dennis Hopper Collection.

Como reconoce su hija Marin Hopper, la muerte de su padre dejó al descubierto la otra cara del artista, alguien que junto con los premios obtenidos a lo largo de su carrera, sus películas y sus propias obras de arte, también guardaba esas otras cintas que le gustaban y formaban su cinemateca. También se conserva una colección de pósteres de películas y todos los guiones que recibió durante 25 años. Todo junto a una extensa colección de arte. Hopper fue amigo de pintores como Julian Schnabel, con quien trabajó en Basquiat.

Su legado también incluye recortes de prensa guardados por la madre de Hopper de los comienzos de su carrera así como la silla de director en la que se sentó durante el rodaje de Easy Rider (1969), cinta que también protagonizó y escribió junto con Peter Fonda. La colección contiene, además, numerosas cámaras de cine, vídeos de proyectos artísticos en los que tomó parte o su bate de béisbol y su chaleco de cuero de motorista de la misma película.

Hopper nunca abandonó su interés por otras disciplinas artísticas, incluida la fotografía. Por eso, la exposición incluye también un gran número de imágenes, en blanco y negro, retratos —tomados entre 1961 y 1967— de estrellas del cine, del rock and roll o del mundo del toreo.

Como subrayó su hija, la exposición, abierta hasta el 23 de noviembre, ofrece una mirada al Hopper actor, director y alguien involucrado en obra gráfica. Gran parte de este legado formará parte de los fondos de la escuela de cine de la USC. Aunque Hopper nunca estudió allí. “Es el lugar perfecto para su legado”, dijo la decana de la escuela Elizabeth M. Daley.