Exorcismo
Los nombres de los más antiguos se van difuminando poco a poco en nuestra memoria, pero los de los más recientes golpean aún en nuestros oídos
Por los caminos de España en las noches oscuras vaga una procesión extraña cuya visión espanta y hiela la sangre a quien se la encuentra. Y no me refiero ahora a la famosa Santa Compaña gallega, estantigua o güestiaen otros lugares del norte, tan temida por los supersticiosos porque quien se la encuentra, dicen, se ve obligado a sumarse a ella, sino a esta otra procesión fúnebre que recorre los telediarios y los juzgados de España y a la que continuamente se van uniendo nuevos espectros, fantasmas desfigurados de quienes en vida fueron gente importante y con gran poder. Los nombres de los más antiguos se van difuminando poco a poco en nuestra memoria, pero los de los más recientes golpean aún en nuestros oídos: Correa y El Bigotes, los alcaldes y diputados de la trama madrileña de la Gürtel, los de la valenciana con su presidente Francisco Camps al frente, el de su amigo el expresidente de Castellón Carlos Fabra, su alteza don Iñaki Urdagarin y su mujer, el expresidente de la CEOE Díaz-Ferrán, su cuñado y colega Arturo Fernández, los gerentes del Partido Popular Bárcenas y Álvaro Lacuesta, los cuarenta mil ladrones de los ERE de Andalucía, el exministro de Aznar Jaume Matas, el honorable Jordi Pujol y sus hijos, el sindicalista minero asturiano Villa, el diputado y jefe de espías de Madrid Francisco Granados, el alcalde socialista de Sabadell, el banquero Miguel Blesa y sus cuarenta ladrones de Caja Madrid, el ex vicepresidente económico del Gobierno de Aznar y banquero Rato, el exministro de Aznar y muñidor de la pista de ETA en el 11-M Ángel Acebes… Pronto se les unirán otros, pues la fúnebre procesión no se detiene, pero el cortejo es tan largo ya que o alguien interviene y lo exorciza o pronto tendrá que hacerlo con el país entero.
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