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EL ACENTO
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El embarazo como problema

La presidenta del Círculo de Empresarios prefiere contratar "a una mujer de más de 45 o de menos de 25"

SOLEDAD CALÉS

Mónica de Oriol, presidenta del Círculo de Empresarios, acaba de añadir otra perla a su colección de disparates (“ideas políticamente incorrectas”, según ella): “Prefiero una mujer de más de 45 o de menos de 25, porque como se quede embarazada nos encontramos con el problema”. Oriol, ya conocida por pedir que se bajara el salario mínimo a personas sin formación (“hay que darles un dinero que no producen”, recalcó), anima a perpetuar una cruda realidad (el temor de las empresas al problema del embarazo) que otros más conscientes combaten con leyes contra la desigualdad económica por sexo. El soporte argumental es tan pintoresco como las conclusiones: “Estamos generando tal cantidad de regulación para favorecer a la mujer que lo que hacemos es aislarla de una carrera profesional”. La lógica fatalista es impecable: sin la cantidad de regulación las mujeres se quedan sin empleo —¿porque pueden quedarse embarazadas?—; con “tanta regulación”, quedan aisladas de la carrera profesional. ¿Este es el mensaje constructivo que se espera del Círculo de Empresarios?

Cuando la señora Oriol se pronunció sobre el salario mínimo, pidió disculpas tras comprobar el revuelo causado por sus palabras y no hubo nada. Ahora, con la nueva oleada de indignación, ha vuelto a ocurrir lo mismo: invocar una mala interpretación —era una queja contra las barreras que limitan la contratación— y tampoco habrá nada. Paso a paso se construye una costumbre de impunidad en la que demostraciones públicas de este tipo se resuelven con una disculpa; como un tropezón en el metro. Recuerda a las técnicas que usa el alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva. Ofende con torpeza recalcitrante a las mujeres, pero su partido, el PP, le permite salir del paso con excusas.

La desigualdad económica y las ofensas a las mujeres sí son, al contrario que el embarazo, problemas, y muy serios. No se arreglan con las excusas. Hay que habilitar otro tratamiento distinto para aquellos que no entienden la exigencia de igualdad. Quizá Mónica Oriol no está en condiciones de representar al Círculo de Empresarios; ni, por cierto, León de la Riva, a Valladolid.

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