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Blogs / El Viajero
El blog de viajes
Por Paco Nadal

En las islas flotantes de los uros

Paco Nadal

He estado visitando en la parte peruana del lago Titicaca uno de los pueblos más singulares que he visto jamás: los uros.

Los uros de Perú llevan siglos viviendo sobre islas flotantes artificiales que ellos mismos construyen y son uno de los casos más llamativos que existen de pueblo que ha sobrevivido gracias a la ultra especialización, en este caso de un solo producto vegetal: la totora, un junco acuático que crece en el Titicaca.

Los uros construyen sus islas flotantes con totora; sus casas, con totora; sus embarcaciones, con totora. Comen totora, ya que no producen ningún tipo de frutas o vegetales; y de totora hacen muchos de sus instrumentos. Son una de las mayores raridades que puedes ver en este país tan diverso y mixto que es Perú.

Llevan aquí desde la época preincaica y en la actualidad se distribuyen en unas 87 islas artificiales, cada una habitada por un clan familiar. Tradicionalmente se han dedicado a la pesca y a la caza de aves acuáticas como complemento de su alimentación. El sobrante lo intercambiaban en la costa por maíz, papas, arroz y otros materiales que para ellos son vitales: por ejemplo, sogas vegetales y estacas de eucalipto para amarrar sus islas al fondo del lago y que no se las lleven las corrientes.

Me cuentan que están muy agradecidos al ex-presidente Fujimori (actualmente encarcelado) porque fue el primer dirigente del país que hizo algo por sacarlos de la miseria en la que vivían. Fue él el que mandó instalar placas solares (lo que les ha traído la luz o la televisión a muchas chozas) y les construyó una escuela pública y un pequeño hospital en sus islas. Los niños, incluso los más pequeños, se montan cada día en una minúscula balsa de totora y reman solos hasta la escuela, como cualquier otro niño del mundo rural caminaría hasta ella.

Cuando muere un miembro de la comunidad lo llevan a tierra firme, compran un pequeño trozo de tierra y le dan sepultura sin ataúd ni lápida ni nada porque en su espiritualidad, somos tierra y a la tierra de forma anónima hemos de volver.

Hoy por desgracia, la vida tradicional de los uros peruanos está en decadencia. Las visitas turísticas que reciben a diario desde Puno les han permitido mejorar sus ingresos, pero de los 3.000 que quedan en este lado peruano (hay más uros en Bolivia, pero viven en tierra firme), más del 60% ha abandonado ya los hábitos ancestrales y viven tierra adentro o en islas cercanas a la costa donde reciben a los turistas y les venden sus artesanías, pero luego regresan a sus casas de ladrillo.

Quedan aún uros reales (como les llaman los guías turísticos), pero son cada vez menos. Vivir comiendo totora en una isla flotante es muy poco atractivo para las nuevas generaciones uro y me da que en muy poco tiempo habremos asistido al fin de otra cultura indígena única e irrepetible.

Comentarios

Curioso si, pero si desaparecen ... me parecerá normal. La propia existencia humana se basa en la mejora, aunque a veces no lo hagamos demasiado bien.salu2http://porlajeta.es/disenos/23-disenos/2541-silos-iconicos.html
¿Tienen que comprar la tierra para enterrar a sus muertos?O sea que algún listo ya les ha hecho saber quién es el dueño, y ahora solo les falta que les roben el agua sobre la que flota su vida.
Gracias por acordarte de ellos. No les queda mucho y todo lo que se escriba para que quede algo en el recuerdo es poco. Del Perú sólo los conozco a ellos, a Lima, La Raya y ya. Qué envidia. Disfruta.
Espero que al menos los pocos que vayan quedando, no lo hagan sólo por el reclamo turístico si no por convicción cultural.Un saludo!http://dianamiaus.blogspot.com.es/2014/04/travel-inspiration-playlist.html
Hasta ahora nos estás hablando de lo bueno de Perú, pero ojo que yo lo conozco muy bien y ... ¿qué pasa con el tema de la inseguridad? http://goo.gl/kKdJwN
Precioso lugar una gente muy peculiar que merece la pena conocer sin duda!Las mejores fotos de viajes: http://fotosmundo.net
Sin duda un pueblo a proteger, aunque sea para que sigan viviendo en el agua el tiempo que quieranhttp://alicantegusta.com/actualidad-de-alicante/1-actualidad-de-alicante/1134-la-mejor-piscina-natural-de-espana.html
No solo las islas de los Uros son pecualiares, también la de Taquile cuyos tejidos son Patrimonio Inmaterial de la Humanidadhttp://www.zaiguaweb.com/2013/08/01/el-lago-titikaka/
Me ha encantado como has rescatado a esta cultura que ya va desapareciendo. Se debería hacer más por proteger y enseñar su identidad cultural. Aunque claro los uros más jóvenes han visto la llegada de gente que viven mejor que ellos y han querido probar mundos nuevos, es normal.
llevan años y años y esto se transmite de generación en generación . tuve la suerte de viajar a ver las islas flotantes muy lindo lugar . obviamente las islas no son estables y muy lindo
En algún sitio he leído que la contaminación del lago Titicaca puede acabar destruyendo la pesca y la totora... Fijaos si sería triste... que residuos de poblaciones, de minería y demás fuese lo que acabase con los uros...
Venga Paco, una foto vestido con sus ropas, que todos nos las hemos puesto XDDDD
Para mí la isla de los uros es el caso más claro de progreso frente a turismo. Es un debate en el que aún no he sido capaz de posicionarme ni sacar una conclusión clara. Como reflexiones... ¿qué sentido tiene seguir manteniendo una forma de vida un tanto artificial y que renuncia a comodidades del progreso sólo para mantenerlo como lugar de interés turístico?¿no es en cierto modo natural, por muy triste que sea, que el progreso haga que algunas culturas desaparezcan?En mi visita a los uros fue uno de los poco lugares del Perú donde tuve la sensación de que no tenía ningún sentido lo que estaba viendo ni lo que estaba haciendo. Me sentí parte de un espectáculo casi grotesco. Nada más llegar, todas las mujeres se quitaron sus chanclas y alguna niña dejó de lado su radio portátil y auriculares para cuadrarse en fila, descalzos y empezar el "show" que te hacen. Toda la charla y la exposición de sus supuestas costumbres tenía como único fin vendernos artesanías las cuales ni siquiera habían hecho ellos (muchos eran artesanías de las que encuentras en cualquier tienda de Perú y que incluso dudo si las traen de China). Después vendernos el paseíto en la balsa de totora, a la que no accedimos, y fuimos con nuestra lancha motora al siguiente punto en la isla principal. Como llegamos mucho antes que el resto del grupo, tuvimos tiempo de pasear por la isla principal libremente y meternos por los recovecos. Lo que pudimos ver ahí me impactó más que cualquier demostración folcórica. La vida real de los uros, en donde había de todo, pero sobre todo me pareció captar una renuncia al progreso innecesaria. Por todo eso me quedó una sensación agridulce y desde entonces siempre que viajo me planteo la huella que deja el turismo en las comunidades. No sólo directamente, sino indirectamente, más en lo que sería las implicaciones sociales e incluso antropológicas si me apuras del hecho de hacer turismo.

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