¿Pucherazo para elegir alcaldes?

El Gobierno pretende cambiar la ley electoral, incluso sin consenso, para facilitar que sea elegido alcalde el candidato de la lista más votada. Y lo hace, según dicen, por regeneración democrática.

Son diversos los modelos de elección de alcalde en los países de nuestro entorno, desde Reino Unido, donde se elige al candidato más votado sin más, a Francia donde es necesaria una segunda vuelta si nadie obtiene la mitad más uno de los votos. Todos los modelos pueden calificarse de democráticos, aunque ninguno sea perfecto. Pero ¿qué le pasa al actual modelo español? Algunos, entre los que se encuentra el Gobierno, defienden que permite, a veces, que un partido pequeño pueda condicionar la gobernabilidad de un Ayuntamiento, y sea elegido alcalde el candidato de una lista que no haya sido la más votada. Pero ¿es esto menos democrático que elegir alcalde entre los concejales al candidato de una lista que no haya ganado? Si lo que se quiere evitar es que alcance la alcaldía el candidato de la tercera o cuarta lista, bastaría con establecer un porcentaje mínimo de concejales para alcanzar la alcaldía y evitaríamos que partidos que no han obtenido por ejemplo el 15% de los votos accedieran al bastón de mando del Ayuntamiento. ¿Por qué tiene el Gobierno tanta urgencia en cambiar el sistema que llevamos utilizando desde 1979? Pues por la misma razón que se ha modificado en Castilla-La Mancha la ley electoral. El partido del Gobierno sabe que va a obtener malos resultados. No sé si es un pucherazo, pero dicen que si anda como un pato, nada como un pato y dice cuá, cuá…— Juan Carlos García.