La forma más legal de tener a un hombre a tus pies

No es cuestión de bíceps, sino de una bonita sonrisa complaciente. Desde que ManServants se ha hecho un nombre como una de las startups más prometedoras del próximo otoño, hemos descubierto que para satisfacer los deseos de una mujer, quitarse la camiseta y lucir sixpack no siempre es sinónimo de éxito y que las fantasías femeninas tienen más bien que ver con la idea de control y que sean cumplidos cada uno de sus caprichos.

ManServants es una compañía ubicada en San Francisco que comenzará su andadura el próximo septiembre poniendo a disposición de toda mujer que lo desee, y también de todo caballero, los servicios de hombres bien parecidos y dispuestos a cumplir por 80 dólares la hora (300 un día entero) órdenes y antojos, excepto, ojo, cualquier clase de apetencia sexual. Y pese a que no es el único negocio entregado a los anhelos femeninos que ha aparecido en el último año (en Nueva York se puso en funcionamiento el pasado noviembre Rent a Gent, un servicio de escorts en el que se puede escoger entre un acompañante o un manitas para las tareas del hogar), el sirviente que proponen desde esta empresa poco se parece a un gigoló o a un stripper y mucho a un asistente para “lo que las mujeres verdaderamente quieren". 

La afirmación es capciosa y alumbra a la vez otra pregunta no menos rebuscada y complicada de responder: ¿Qué buscan realmente en los hombres las mujeres? Investigadores de distintos campos han tratado de contestar este interrogante desde la noche de los tiempos y lo único que sabemos es que cada fantasía conforma un universo entero y único, en ocasiones insondable. Sin embargo, los estudios realizados por la compañía de cara a elaborar una guía de conducta para sus empleados revela un interesante denominador común en cada una de las mujeres consultadas: la idea de sometimiento y de dominación como muestra de empoderamiento femenino. O algo así como la versión contemporánea de los códigos de caballería y de amor cortés.

Así pues, no busquen subversión de roles de género en esta propuesta: la única causa de ManServants es tratar a sus clientas como unas verdaderas reinas. Y como sugerencia para los curiosos, a continuación desgranamos cómo convertirse en el ManServant perfecto en diez sencillos pasos.

1. La copa de champán jamás ha de estar vacía

Hay que servir con afabilidad, procurando no salpicar y siempre atento. Es recomendable tener experiencia como nadador vistiendo esmoquín y se valoran las aptitudes en barbacoas y coctelería.

2. Sabe cuál es el mejor perfil de las clientas y clientes

Hacer y subir pseudo-selfies a las redes sociales es hoy en día una tarea sofisticada que no puede dejarse en manos de cualquiera. Lo sabe bien el ManServant, que por ello controla la luz de tu casa como un fotómetro natural y sabe de memoria los grados de angulación de tus dos pómulos.

3. Una bañera relajante lo es más cuando te leen al oído

El perfecto ManServant pasa cuidadosamente las hojas de un libro mientras su cliente disfruta de una bañera relajante y en el caso en que sea requerido, lee con precisión académica a su oído.

4. El mejor vehículo para que la señora regrese cómodamente a casa es a veces el propio cuerpo

Un cuerpo en forma es también un cuerpo con el que poder contar cuando los vehículos de motor te abandonan en el peor momento.

5. Hay que convertirse en la sombra del cliente

Y no sólo porque resulta imprescindible seguir a donde sea a la dama, sino porque es imprescindible portar con uno la sombrilla para protegerle del sol y el paraguas por si el tiempo cambia repentinamente.

6. Ser sexy es darle un brillo único al menaje doméstico

Las tareas del hogar a muchos nos resultan ingratas, pero el ManServant no sólo sabe que limpiar es sexy, sino que devolverle el brillo a la colección de copas es una sonrisa asegurada de la clienta.

7. Guardaespaldas y asistente personal, todo en uno

Mantener a distancia a los fans de la clienta tampoco es un trabajo para aficionados. Protector del espacio íntimo necesario, el ManServant la cubre en despedidas de solteras, fiestas y otras soirées en las que acuden multitudes. Por supuesto, también mantiene al día su agenda social.

8. Sigue las órdenes de la dama, porque siempre tiene razón

Ni quejas ni objecciones, los deseos y caprichos son mucho más que órdenes.

9. De Bach a Sinatra, la música amansa y satisface

Conocer los repertorios de los principales musicales que han nacido en Broadway o el West End londinense es ambrosía para los oídos de los clientes.

10. Un cuerpo tonificado es un placer (para los ojos)

Si los clientes solicitan un poco de ejercicio físico, hay que complacerles y nada hay más gozoso para la vista que un bonito cuerpo flexionándose arriba y abajo sin esfuerzo alguno.