Balanzas distorsionadas
Como era previsible, la publicación de las balanzas fiscales no ha apaciguado el victimismo inagotable del nacionalismo catalán. Ahora se quejan de que no se ha utilizado el “flujo monetario”, su método preferido y que distorsiona por completo la realidad. En su cálculo, el Gobierno de CiU atribuye a Cataluña impuestos que han sido pagados realmente por ciudadanos no catalanes, por ejemplo, el IVA que pagan el resto de españoles cuando compran cualquier producto catalán. Y asimismo, reduce a la mínima expresión, o incluso suprime, el gasto del Estado contabilizado en Cataluña con la excusa de que el ministerio u organismo que lo gestiona no tiene sede aquí.
Tales artificios contables sólo sirven para inflar artificialmente el déficit fiscal; de hecho, ni un solo Gobierno de Europa utiliza el método defendido por el Gobierno catalán, lo que da buena cuenta de su escasa credibilidad.— José Martínez Tortosa.