Pleitos tengas y los ganes

En una emisión radiofónica del fin de semana he oído, preocupado, hablar a cuatro jueces de reconocido prestigio. Con una unanimidad muy significativa, señalaban las malas condiciones en las que los jueces tienen que desarrollar su labor: carencia de medios, de personal, de condiciones, incluso de higiene, legajos amontonados; en fin, una situación nada envidiable. Yo mismo he podido comprobar, en algunas ocasiones en que he tenido que realizar alguna gestión en algún juzgado, que, en efecto, no son envidiables las condiciones en las que trabajan los funcionarios de Justicia.

Pero, con ser esto preocupante, lo es más la opinión que tienen sobre la actuación del ministro de Justicia, de las reformas de Ruiz-Gallardón, de lo negativas que estas resultan, de la unanimidad de jueces y fiscales en el rechazo de las mismas, del sinsentido que suponen las tasas judiciales abusivas, de la imposibilidad de muchos ciudadanos de acercarse a la justicia a causa de dichas tasas, de la precariedad y la desatención hacia los abogados de oficio, del exceso de aforados, de la intromisión de los Gobiernos en el papel de los jueces. En fin, para un ciudadano de a pie, oír hablar de esta manera a cuatro ilustres representantes del Poder Judicial y, además, confirmando las sospechas que uno tiene, pone los pelos de punta y nos hace preguntarnos qué clase de Gobierno tenemos. Y recordar aquella significativa maldición: “Pleitos tengas y los ganes”.— Ángel Villegas Bravo.