Viejos vicios
No aprendemos. Nos dicen que estamos saliendo de la crisis y volvemos a lo mismo que cuando éramos ricos. Después de habernos endeudado hasta el infinito con la M-30 subterránea, que afortunadamente parece que funciona bien, permiten que se construya a la altura de la mitad de ese obrón dos torres de 36 pisos y ocho bloques. Con el consiguiente efecto para el tráfico de la carísima M-30. No lo entiendo. ¿O sí?— Julio García del Real Ruizdelgado.
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